Las víctimas, contra la condonación de la pena

El etarra Lasarte, asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica, queda libre

El terrorista sale de prisión tras cumplir 19 de los 400 años a los que fue condenado - El ministro del Interior atribuye la excarcelación a la derogación de la "doctrina Parot"

En una foto policial. // Efe

En una foto policial. // Efe

agencias

El etarra arrepentido Valentín Lasarte, asesino del edil del Partido Popular de San Sebastián y diputado vasco Gregorio Ordóñez, del dirigente socialista Fernando Múgica y del comisario de policía Enrique Nieto, abandonó ayer la cárcel tras cumplir casi 19 de los 400 años a los que fue condenado, entre la "perplejidad" del Gobierno y la indignación de los familiares de algunas de sus víctimas.

Poco antes de las 08.30 horas, el etarra cruzó la puerta de la cárcel alavesa de Zaballa, donde le esperaba su pareja. Ambos subieron a un coche ocupado por otra persona y salieron del centro penitenciario.

El etarra Lasarte, asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica, queda libre

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Como su puesta en libertad es definitiva ya no tiene que pasar ningún control, como había hecho hasta ahora en sus permisos penitenciarios. Su excarcelación fue acordada el pasado febrero por la Audiencia Nacional al descontarle de la condena las redenciones penitenciarias por su alejamiento de la disciplina etarra.

Con todo, Consuelo Ordóñez, hermana del político del PP asesinado por Lasarte, consideró injusta su salida de prisión, ya que, a su juicio, Lasarte nunca ha querido colaborar con la justicia para esclarecer otros atentados. Ordóñez criticó un "sistema judicial, policial, penitenciario y legislativo corrupto" que aplica "las leyes en beneficio de los etarras" con "negligencias intencionadas", mientras las víctimas sufren una "indefensión total".

Rubén Múgica, hijo de Fernando Múgica, opinó que "el arrepentimiento del que algunos etarras hacen gala no es sino el medio con el que intentar burlar la ley para conseguir beneficios penitenciarios y acelerar su excarcelación".

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, mostró su "perplejidad" y atribuyó la excarcelación de Lasarte a la derogación de la doctrina Parot, que ha permitido que a algunos etarras cada asesinato les haya salido por "nueve o diez meses de cárcel".

Lasarte participó en siete atentados mortales, en dos como autor material y en otros cinco como cooperador necesario. Apretó el gatillo el 27 de julio de 1994 contra el empresario José Manuel Olarte en un restaurante de San Sebastián y contra el jefe de la Policía Municipal de San Sebastián Enrique Nieto el 8 de julio de 1995, que falleció el 20 de octubre de ese mismo año.Además, colaboró y facilitó información en los asesinatos del empresario José Antonio Santamaría; del sargento de la Guardia Municipal de San Sebastián, Alfonso Morcillo; del presidente del PP de Guipúzkoa, Gregorio Ordóñez; del brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría, y del histórico militante socialista Fernando Múgica.

Otros atentados

Lasarte también fue condenado por otros atentados como el ametrallamiento del cuartel del Ejército del barrio donostiarra de Loyola (22 de mayo de 1995); el lanzamiento de dos granadas contra el Gobierno Civil de Guipúzkoa, en San Sebastián (19 de julio de 1995); el ataque al cuartel de la Guardia Civil en Arnedo, en La Rioja (17 de agosto de 1995) y el atentado contra la residencia de mandos del Ejército en San Sebastián en junio de 1998.

El etarra fue uno de los primeros presos de ETA que aceptó un puesto de trabajo en la cárcel en contra de las consignas de la organización terrorista. Su alejamiento de la disciplina etarra se hizo evidente con su expulsión del colectivo de presos de ETA el 4 de enero de 2010. Un año después, fue trasladado desde la prisión de El Dueso, en Cantabria, a la de Nanclares de la Oca, en Álava, donde entró a formar parte de la llamada vía Nanclares, destinada a presos de ETA arrepentidos, que renunciaban a la actividad armada y que han mantenido encuentros con sus víctimas. Durante el juicio al etarra Juan Ramón Carasatorre, con el que participó en el asesinato de Enrique Nieto, pidió a ETA que se disolviera y abandonase las armas.

Dentro de su proceso de reinserción, Lasarte se entrevistó en junio de 2012 con Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP de San Sebastián, Gregorio Ordóñez. Tras hablar con él en la cárcel alavesa, ella dijo que el preso podría estar arrepentido por el crimen pero recalcó que no puede perdonarle "jamás" porque el que tiene que hacerlo -en alusión a su hermano- está muerto. Antes de su excarcelación, Lasarte ya había disfrutado de varios permisos, y abonó pequeñas cantidades de dinero para afrontar las responsabilidades civiles derivadas de sus condenas.

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