Susana Díaz pide ayuda "en el último empujón" para no tener que depender de "más nadie"

La candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta, Susana Díaz, pidió ayer ayuda a los andaluces "en el último empujón" de la campaña para no tener que depender de ninguna otra fuerza política, como vaticinan todas las encuestas.

Por lo demás, la aspirante a la reelección apeló, como todos los días, a la emotividad de sus votantes, a los que aseguró que quiere que los andaluces se sientan "orgullosos" de ella; lo demás, les garantizó, le "da igual".

Advirtió entonces que el PP "no sabe lo que le espera" con ella al frente de la Junta los próximos cuatro años, con lo que dio por cierto que Mariano Rajoy también seguirá en la Moncloa

"No me va a parar nadie porque tengo en el motor la fuerza de los andaluces, que saben que éste es un momento histórico como el 28 de febrero", dijo Díaz, que pidió que la ayuden en lo que queda de campaña -concluye el próximo viernes- porque ella quiere deberse como presidenta "solo a los andaluces, a más nadie", afirmaciones que fueron recibidas con gritos de "presidenta, presidenta".

Mientras tanto, en Granada, el cabeza de lista de IU, Antonio Maíllo, advirtió que el gobierno "fuerte" que pide la candidata socialista es "para hacer lo que dé la real gana". Sin embargo, contrapuso, para su partido un gobierno fuerte es el que "blinda y protege" y "garantiza que en este sur se resiste, se protege a los suyos y ninguna familia va a ver cómo se le corta la luz porque no tenga requisitos".

En apoyo a Maíllo habló el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, asegurando que la izquierda es "una concepción ética". Defendió "señalar con el dedo" a los que se lucran y acusó al PSOE de "llegar a las instituciones con el puño alzado y salir con los bolsillos llenos".

"Cuando hay gente que utiliza los ERE y los cursos de formación para lucrarse hay que señalarles con el dedo, apuntarles y decirles: 'Usted es un saqueador y no es de izquierdas'", acusó Garzón.