El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer en el Senado que no ve prioritaria la reforma de la Constitución, pero en todo caso se mostró dispuesto a escuchar al PSOE para saber cuáles son las propuestas que tiene al respecto. Rajoy aprovechó para atacar a los socialistas, a los que acusó de no aclarar el sentido y el contenido de las reformas que pretenden y de "quedarse en eslóganes".

"Hoy he aprendido que soy yo el que tiene que decir el contenido de la reforma de la Constitución que ustedes quieren hacer. Bueno, hemos dado un paso en la buena dirección", afirmó en respuesta a una pregunta de la portavoz socialista en el Senado, María Chivite, quien se estrenó indagando las previsiones de Rajoy ante la reforma constitucional que plantea el PSOE.

"No vale hacer eslóganes, ni frases sin contenido. Es un tema lo suficientemente serio para que hablemos en serio y si ustedes quieren hacerlo, digan con claridad al conjunto de los españoles qué quieren hacer, para qué y con quién", remachó Rajoy.

Respecto a la consulta catalana, suspendida cautelarmente por el Constitucional, Rajoy respondió a las quejas de CiU asegurando que "es triste ver en un Parlamento democrático que algunos sostengan que lo que hay que hacer es incumplir la ley". Previamente, el portavoz de CiU, Josep Lluís Cleries, había asegurado que el objetivo de su grupo es votar el 9 de noviembre. Cleries auguró que la votación se hará en libertad "para ganar", dijo, "nuestra libertad y la democracia que nos quieren quitar". Además, avisó de que "por mucho que se suspendan leyes y derechos, la voluntad de los catalanes de decidir su futuro sigue más viva que nunca".

Fuera ya del Senado, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, resaltó que la competencia a la hora de mantener el orden público en Cataluña corresponde a su policía autonómica y, por tanto, al Gobierno de la Generalitat, por lo que mostró su confianza en que el presidente Artur Mas cumpla su palabra y no incurra en ilegalidades el 9-N. De igual modo, el portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso, aconsejó a Mas que se tome "en serio" las consecuencias de su actuación, porque, añadió, esto "no es un juego".

Desde el PSOE, su secretario general, Pedro Sánchez, avisó a Rajoy de que es necesario "resolver" el "problema político" con Cataluña, porque, añadió, es "una crisis de Estado que puede poner en riesgo la incipiente recuperación económica". Sin embargo, se mostró convencido de que Rajoy aún está "a tiempo" de abrir un proceso de diálogo con Cataluña para encauzar la crisis. El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, sostuvo, por su parte, que el diálogo era "necesario" antes de la convocatoria, es "apremiante" ahora y será "absolutamente irremediable" tras el 9N