Pablo Iglesias se estrenó este martes en el Parlamento Europea con polémica. El eurodiputado de Podemos y candidato de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) a presidir la Eurocámara recibió una reprimenda por parte del presidente interino del Parlamento al pasarse de tiempo en su primer discurso en Bruselas.

Iglesias se saltó los cinco minutos de tiempo a los que tenía derecho antes de que se efectuase la votación para elegir al nuevo 'jefe' de la Eurocámara. Por ello, fue apercibido por el italiano Gianni Pittela, el presidente interino. Iglesias le contestó (en italiano) que acababa en 10 segundos.

Sin embargo, Pittela insistió en que terminara su alocución y trató de interrumpir al eurodiputado, quien elevó ligeramente el tono para hacerse oir. El líder de Podemos terminó de hablar poco después entre los aplausos de los miembros de la Izquierda Unitaria.

"Democracia secuestrada"

En su intervención, Iglesias pidió el voto a sus colegas "del sur y el este" de la UE para convertirse en presidente del Parlamento Europeo, cargo para el que finalmente ha sido reelegido Martin Schulz.

Iglesias se dirigió a "los que conocen las consecuencias de la troika" de sus países, al realizar su exposición ante la Eurocámara sobre sus prioridades para la legislatura al igual que hicieron los otros candidatos a la presidencia del PE.

En su exposición el eurodiputado español pidió a sus colegas de los países a los que se han aplicado mayores políticas de austeridad que "se comprometan con el bienestar de los pueblos" para poder "mirar a la cara a los ciudadanos".

El líder de Podemos señaló que Europa vive "un secuestro de la democracia" en manos de "las élites financieras" y que los países del sur y del este de Europa viven como "protectorados" de las mismas.

Iglesias reclamó a los demás eurodiputados que actúen con responsabilidad política y no consideren su escaño europeo como "un premio de consolación" o "una jubilación dorada".

El eurodiputado español, que inició su discurso recordando a los que lucharon contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, ha señalado que los que durante la crisis económica han salido a la calle para reclamar sus derechos son "el orgullo, el corazón de Europa".