El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez procesó ayer por integración en organización terrorista a siete presuntos responsables del llamado frente jurídico de ETA, Halboka, entre ellos los abogados Arantza Zulueta y Jon Emparantza, en prisión desde el pasado enero. El magistrado se centra en el papel ejercido por la letrada Zulueta y concreta que la organización terrorista pidió a esta que redactara un informe de seguridad de la sede judicial, situada en la calle Génova de Madrid, "para cometer una acción colocando en ella un artefacto".

La dirección de la banda pedía a la abogada que le concretara las medidas de seguridad en las puertas de acceso al edificio, los requisitos exigidos para acceder a él, las características de los detectores de metales y la distribución de cada planta, además de "un dispositivo informático" con informaciones sobre vehículos utilizados por potenciales objetivos de ETA.

Por otra parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, pidió a Rajoy que impulse el consenso en política penitenciaria con respecto a los presos de ETA, para avanzar en el final definitivo de la banda terrorista, a la que exigió "que no demore más su proceso de desarme y desaparición" ya que, según dijo, "es una amarre al pasado que obstaculiza el avance hacia el futuro". Por ello, manifestó su deseo que la banda realice un gesto en los próximos seis meses.