Este jueves las Cortes Generales proclamaron Rey de España a Felipe VI, que tras jurar la Constitución se llevó el homenaje y el "Viva el Rey" de diputados, senadores y representantes de las altas instituciones del Estado en un acto solemne e histórico celebrado en el Congreso de los Diputados.

"Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas". Felipe VI formalizaba así su compromiso con la Carta Magna al comenzar su reinado desde un estrado presidencial en el que le acompañaban su esposa, la Reina Letizia y sus hijas, Leonor, Princesa de Asturias, y la infanta Sofía. Todos sentados en las sillas reales detrás de la corona y el cetro que han presidido el acto solemne.

Fue el presidente del Congreso, Jesús Posada, el encargado de convertir en realidad la proclamación: "En cumplimiento de la Constitución queda proclamado Rey de España don Felipe de Borbón y Grecia, que reinará con el nombre de Felipe VI. Viva el Rey, viva España", proclamó.

En su discurso de proclamación, Felipe VI subrayó que desde ahora encarna "una monarquía renovada para un tiempo nuevo", se mostró dispuesto a escuchar, a advertir y a aconsejar y animó a mirar hacia el futuro de un país que los españoles deben "seguir construyendo todos juntos".

Una España en la que "cabemos todos", dijo el Rey frente a representantes de todos los poderes del Estado, incluidos los presidentes autonómicos que, con más o menos entusiasmo, aplaudieron las apelaciones a la unidad de Felipe VI y sus palabras de agradecimiento en todos las lenguas cooficiales. No pareció ser suficiente para el presidente catalán, Artur Mas, ni para el lehendakari, Iñigo Urkullu.

Felipe VI, cuyas palabras fueron rubricadas en varias ocasiones con aplausos de las autoridades y representantes políticos presentes en la Cámara, abogó por una España en la que los ciudadanos "recuperen y mantengan la confianza en sus instituciones" y en la que "no se rompan nunca los puentes del entendimiento".

En este contexto, se comprometió a buscar la cercanía de los ciudadanos, a "saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza", para lo que, según destacó, la Corona debe "velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente". "La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos", añadió.

"Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública", señaló el Monarca, antes de continuar: "Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos".

Y lo que dejó claro es que la Corona que él va a encabezar a partir de ahora reafirma su fe en la unidad del país, pero siendo consciente de que esa unidad no es sinónimo de uniformidad, así como de la diversidad reconocida en la Constitución y de la defensa de las culturas, tradiciones, lenguas e instituciones de todos los pueblos de España. Una España "unida y diversa" en la que "cabemos todos. Caben -dijo- todos los sentimientos y sensibilidades, y caben las distintas formas de sentirse español".

Pero lanzó otro guiño de reconocimiento a la diversidad dando las gracias al acabar su intervención en el hemiciclo del Congreso haciéndolo en castellano, catalán, euskera y gallego. Invitó a las fuerzas políticas a llegar a acuerdos sobre las materias y en los momentos en que así lo aconseje el interés general, y actuar de tal forma que no se rompan nunca los puentes de entendimiento.

También, "como hijo y como Rey", quiso Don Felipe agradecer a su madre "toda una vida de trabajo impecable al servicio de los españoles"; y lo hizo emocionado, como también lo estaba Doña Sofía, quien, desde la tribuna de invitados, le lanzaba un beso a su retoño, el nuevo Rey de España. Entre mensajes de calado político, actos simbólicos y solemnes, y detalles familiares ha transcurrido la jornada en la que España ha estrenado rey.

En una muestra de cercanía a los ciudadanos que se lanzaron a las calles en Madrid, Felipe VI decidió hacer en un coche descubierto su recorrido en el automóvil en el que se desplazó desde el Congreso hasta el Palacio Real para la recepción con motivo de su proclamación.

Y como prueba de esa cercanía hubo también partes en su discurso en las que se ha mostrado especialmente preocupado por la situación de los más desfavorecidos. Desde el punto de vista económico, las crisis y sus consecuencias representan la principal preocupación de Gobierno, fuerzas políticas y ciudadanos, y era inevitable que el primer discurso de Felipe VI lo abordara. Aseguró ser consciente de que hoy más que nunca, "con toda razón", los ciudadanos demandan que los principios morales y éticos inspiren la vida pública, y que la ejemplaridad la presida.

No se escapa que esas palabras tienen mucho que ver con la situación en la que se encuentra la infanta Cristina y que ha impedido que hoy siguiera desde la tribuna de invitados el acto de proclamación de su hermano Felipe VI.

España estrenó Rey en un día caluroso y soleado en Madrid, cuyas calles se engalanaron para la ocasión y vieron como la gente se congregaba al paso de la comitiva para saludar a Don Felipe y Doña Letizia, así como frente al Palacio Real, donde se produjo otro estreno: la foto de la nueva Familia Real.

Don Felipe ya se levantó Rey este jueves, una vez que el BOE publicó la pasada medianoche la abdicación de su padre, pero desde bien pronto se ha ido solemnizando su nueva condición, en primer lugar en la Zarzuela al recibir de Don Juan Carlos el fajín que le distingue como capitán general de las Fuerzas Armadas.

Miles de personas vivieron en las calles de Madrid la proclamación del Rey Felipe VI, que fue seguida en el resto de España a través de la televisión y de las informaciones de los más de mil periodistas acreditados para la cobertura de esta jornada.

Al grito de "Felipe, Felipe", apostados a ambos lados del trayecto entre el Palacio de la Zarzuela y el Congreso y ante la sede de la Cámara baja y el Palacio Real, mostraron su emoción ante el paso de la comitiva real, cuyo discurrir ha estado flanqueado por el ondear de banderas y gritos de 'Viva el Rey'. Un recorrido que los Reyes hicieron en un Rolls Royce descapotable, propiedad de Patrimonio Nacional.

Recepción

Felipe VI y la Reina Letizia festejaron la proclamación del nuevo Monarca junto a 3.000 invitados de la sociedad española en los salones del Palacio Real, donde saludaron durante más de dos horas, uno a uno, a representantes del mundo político, cultural, económico, deportivo y social del país.

La recepción comenzó en el Salón del Trono a las 13.05 horas, cuando los nuevos Reyes comenzaron a saludar a sus invitados, en primer lugar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acompañado de su esposa, Elvira Rodríguez, y al resto de miembros del Ejecutivo, acompañados por sus cónyuges.

Al Palacio Real acudieron los expresidentes del Gobierno Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar, quien en la línea de saludos cedió el puesto a su esposa, Ana Botella, alcaldesa de Madrid, para que pudiera estrechar antes que él la mano a los Reyes. El diputado socialista Eduardo Madina, que se presenta a las primarias del PSOE, saludó a don Felipe y doña Letizia mucho antes que el secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Llamó también la atención el saludo de la presidenta andaluza, Susana Díaz, que se demoró unos instantes para conversar brevemente con los anfitriones.

Entre los numerosos asistentes estaban representantes del mundo del deporte, como Miguel Induráin, Gervasio de Fer, Mireia Belmonte, Teresa Perales o Pau Gasol; de la cultura, como el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, o artistas como la actriz Ana Duato o los músicos David Bisbal y Alejandro Sanz.

Toreros como Jose Mari Manzanares o José Padilla pasaron buena parte del cóctel en el Comedor de Gala, y también pasaron por el Salón del Trono banqueros como Emilio Botín e Ignacio Goirigolzarri, empresarios como Juan Miguel Villar-Mir, Esther Koplowitz y su hija, Esther Alcocer, así como José Ignacio Sánchez Galán.

Tampoco faltaron a la recepción el presidente de Mercadona, Juan Roig, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell. También acudieron Alfonso de Borbón, con su esposa Margarita Vargas, y Adolfo Suárez Illana con la suya, al igual que Kitín Muñoz y Kalina de Bulgaria, entre otros destacados invitados. Florentino Pérez captó la atención de los fotógrafos al acercarse a saludar a los Reyes conversando animadamente con Isabel Preysler, esposa del exministro socialista Miguel Boyer.