Siendo del mismo Bilbao era difícil que Eduardo Madina acabara echándose atrás. Hoy, delante del busto del histórico dirigente Ramón Rubial, referente ético del socialismo, el candidato que ha conseguido que voten todos los militantes ha presentado sus credenciales para sustituir a Rubalcaba.

Ganado el primer asalto, el de "un militante, un voto", al que muchos atribuyen el paso atrás de la presidenta andaluza, Susana Díaz, este joven político vasco de 38 años, licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Deusto, va a por todas.

Quiere ser secretario general del PSOE y luego candidato a la Presidencia del Gobierno para liderar el "shock de modernidad" que, a su juicio, necesita España.

Lejos quedan las dudas que a finales de 2011 le llevaron a hacer oídos sordos a las muchas voces que le pidieron que diera un paso al frente, incluso de José Luis Rodríguez Zapatero, y también dio calabazas a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Carme Chacón cuando intentaron atraerle a sus respectivas candidaturas, como número dos.

"Conozco bien el tamaño de mi partido, la grandeza del PSOE y me conozco a mí mismo y conozco mi tamaño; sé que mi volumen no puede dirigir el volumen del primer partido de este país, toda su grandeza histórica y todo el futuro que tiene por delante. Ni estoy ni lo voy a estar", dijo entonces.

Ahora, ya se ve capaz. Se ha estado preparando para ello en los últimos tiempos, ha mejorado su oratoria, ha construido un equipo y ha armado un discurso con el que pretende recuperar la credibilidad socialista fagocitada por las decisiones de la última etapa de Zapatero, algunas de las cuales criticó duramente en petit comité.

La naturalidad es una de sus señas más personales, según la opinión de sus colaboradores, que destacan su cercanía y su trato amable en las distancias cortas, pese a admitir que si no se le conoce bien puede parecer distante y reservado. Nervioso e inquieto, en los últimos tiempos ha corregido la tendencia a hablar demasiado rápido.

Defensor del diálogo con ETA

Víctima de ETA -tuvieron que amputarle una pierna cuando la banda terrorista colocó una bomba lapa bajo su vehículo en febrero de 2002- Madina ha defendido siempre la vía del diálogo para encontrar una salida al conflicto vasco, pese al giro radical que el atentado dio a su vida.

"En mi casa se hizo de noche y una sombra de pena y tristeza envolvió a mi familia", confesó en el juicio contra los etarras que le intentaron matar. De hecho, su madre murió diez meses después del atentado de un infarto que Madina siempre ha achacado a lo sucedido.

Había sido jugador profesional de voleibol mientras se fajaba en las Juventudes Socialistas de Euskadi, de las que fue secretario general entre 2002 y 2005, etapa en la que hizo prácticas en el Parlamento Europeo.

De una familia de históricos militantes socialistas, Madina fue considerado durante mucho tiempo el niño mimado de Zapatero, que en público y en privado elogiaba su valía y que, según cuentan, llegó a ofrecerle una secretaría de Estado que el vasco rechazó.

Concejal en el Ayuntamiento de Sestao entre 1999 y 2001, dio el salto a la política nacional en 2004, cuando fue elegido diputado por Vizcaya, escaño que revalidó en los comicios de 2008 y 2011; durante varios años ejerció de portavoz del PSOE en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Luego, a raíz de la marcha a Bruselas de uno de sus mentores, Ramón Jáuregui, Zapatero le escogió como secretario general del grupo socialista en la Cámara Baja, cargo que sigue ocupando todavía.

El también vocal de la Ejecutiva Federal del PSOE fue galardonado con el Premio Promesa 2002 y el premio Tomás Meabe a la Tolerancia, y en diciembre de 2003 fue distinguido con la medalla de la Orden al Mérito Constitucional, que rehusó recoger meses después por la utilización "del terrorismo como arma electoral" que, en su opinión, hacía el Gobierno del PP.

Sus fieles le ven con las ganas, la capacidad y la frescura que, según creen, están reclamando los votantes desencantados ahora con el PSOE, mientras que sus detractores temen que lleve al partido a una radicalidad que le aleje del centro.

Gran aficionado a la música, de la que escribía muy a menudo en su blog "Molinos de papel", ya cerrado, el flamante aspirante a liderar el PSOE ha dirigido y presentado en Radio 3 un programa de contenidos musicales llamado "El Archiduc".

En 2012, fue elegido entre los 192 jóvenes más destacados del mundo por el Foro De Davos, dentro del programa de jóvenes líderes mundiales.

Ahora, si gana el congreso del PSOE, seguramente escalará posiciones en ese ránking.