El Rey ha cedido públicamente a su hijo, el Príncipe de Asturias, el testigo como primer embajador de España en el brindis que ha pronunciado al comienzo de la cena de gala ofrecida en el Palacio Real al presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivero, con 125 invitados.

"La Corona asume la más alta representación de España en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de nuestra comunidad histórica", ha recordado el monarca en su último discurso como anfitrión de un jefe de Estado extranjero, ante la Reina, los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y representantes de las principales instituciones.

Tras remarcar que durante su reinado ha mantenido su "especial y permanente compromiso con la comunidad y las cumbres iberoamericanas", don Juan Carlos ha enfatizado la "continuada asistencia" del Príncipe a las tomas de posesión de los mandatarios iberoamericanos y sus numerosas visitas a la región.

"En todas estas ocasiones, el Príncipe ha llevado siempre a los pueblos iberoamericanos el hondo afecto y la solidaridad de España", ha proseguido, para subrayar: "Sé bien que conocéis su cariño a México y su firme compromiso con toda Iberoamérica".

En respuesta a sus palabras, Peña Nieto ha pronunciado una afectuosa alocución de reconocimiento al Rey, el jefe de Estado "que condujo a esta nación a la democracia y a la modernidad".

También le ha considerado el "líder visionario que se atrevió a abrir España al mundo" y "el hombre de talento y cultura que entendió Iberoamérica como oportunidad y destino".

Respecto al Príncipe, el presidente mexicano ha dicho que don Felipe está en condiciones de "asegurar la estabilidad y unidad de España", ha revelado que ha establecido con él una relación cercana de "respeto y afecto mutuos", y ha recalcado que comparten una misma generación "que reconoce el cambio social que experimenta el mundo".

En el comedor de gala del Palacio Real, en presencia de buena parte del Gobierno, de destacados empresarios y de la delegación que acompaña a Enrique Peña Nieto en su visita de Estado iniciada hoy, las palabras de ambos han hecho hincapié en los lazos que unen a España con México.

Así, el Rey ha manifestado que los dos países "atesoran un legado compartido de historia, cultura y afecto que ha engrandecido a nuestras naciones y fortalecido nuestros lazos en beneficio de los dos países".

"Esto es algo que he podido comprobar a lo largo de mi reinado", ha proseguido, antes de expresar su "firme deseo" de que el "bienestar y el progreso de México vayan siempre de la mano".

Don Juan Carlos también ha asegurado que los españoles se enorgullecen de los "estrechos vínculos" con México, un país del que ha recordado que "acogió a la España del exilio", que fue sede de la primera Cumbre Iberoamericana celebrada en 1991 en Guadalajara y que acogerá la que hace el número 24, en Veracruz.

Más largo ha sido el discurso de Enrique Peña Nieto, que ha alabado al Monarca como "hombre de Estado" y "líder de carácter valiente y patriota" cuyo papel ha sido "clave", a su juicio, en la transformación de España y además "decisivo" para el fortalecimiento y la consolidación de la democracia.

"La España más libre, más democrática y moderna, la más justa, es la España del Rey Juan Carlos", ha proclamado.

También ha aludido a momentos claves de su reinado, como los Pactos de la Moncloa, que facilitaron la Transición española y que según ha explicado están sirviendo a México de referente para abordar su transformación "por la vía de la democracia".

Peña Nieto y su esposa prosiguen mañana su visita a España, una jornada en la que el presidente mexicano se entrevistará con el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y que concluirá con una recepción en el Palacio de El Pardo.