Desde que el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y el portavoz parlamentario, José Luis Méndez Romeu, se pronunciaron a favor de plantear una posible reforma constitucional que abra la puerta a un debate real sobre monarquía o república, son muchas las voces internas en el partido en Galicia que han seguido la estela de su proposición, junto a Baleares y Valencia, y en contra de la línea oficial de la ejecutiva federal, bajo directrices del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Tocar la Constitución para poder plantear una consulta sobre la República, tras la abdicación del Rey Juan Carlos y que podría dar un giro a la sucesión, deja entrever de nuevo la brecha interna y la diferencia de opiniones en el seno del partido. La dirección del PSOE de Vilagarcía, la ejecutiva local de Pontevedra y la Agrupación municipal socialista de Caldas se pronunciaron el martes a favor de modificar la Carta Magna. También lo hicieron la diputada y secretaria general de la agrupación del PSOE de Ferrol, Beatriz Sestayo, que acudió a una de las manifestaciones convocadas en varias ciudades para pedir el referéndum, y ayer mismo la agrupación ferrolana lo pedía oficialmente. La portavoz del grupo municipal en A Coruña, Mar Barcón, aseguró públicamente que este momento "podría aprovecharse para una reforma de Estado". El alcalde de Lugo, José López Orozco, recordó que el PSOE es un partido "con vocación republicana", no obstante, subrayó que los problemas de España son otros, como el paro o la liquidez empresarial, por lo que la jefatura del Estado "puede esperar". Ayer surgían más voces partidarias de la líneaS de Ferraz.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, evitó pronunciarse a preguntas de los periodistas sobre cuestiones de partido. "Mi preocupación es la ciudad de Vigo y estoy dedicado íntegramente a ella", expresó. El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, discrepó ayer de la opción abierta por Gómez Besteiro. "Quizá no sea el momento de debatir; creo que no se dan las circunstancias que justifiquen un cambio", afirmó Fernández. "La transición dio una forma de gobierno, una monarquía parlamentaria, que creo que desempeñó una labor importante en esa transición pacífica", explicó.

Xosé Sánchez Bugallo, diputado del grupo parlamentario socialista, expresó públicamente que apuesta por la postura de Rubalcaba, apoyando la sucesión de Juan Carlos I y la Ley Orgánica para regular la abdicación del monarca. "Es el camino correcto porque transmite confianza" al conjunto de la ciudadanía, pronunció. Bugallo aseguró comprender "el gran debate Monarquía-República" que se da incluso entre "muchos compañeros" de su partido, aunque cree que "lo que angustia a la sociedad española es el paro y la gente que tiene que marcharse".

Fórmulas más democráticas

Guillermo Meijón, diputado en el Congreso, coincide con las palabras del secretario xeral, Gómez Besteiro, "de abrir un proceso de reforma constitucional", con todas las dificultades que dicho proceso conlleva. Juan Manuel Rey, alcalde de Caldas, también se ubica en esta dirección. "Creo que estamos en un momento de una renovación política y social importante y considero que opinar es una necesidad social", explicó ayer el regidor. Según su reflexión, "la reforma constitucional habría que hacerla en los términos establecidos, respetando el engranaje actual". "Si hay voluntad política todo es posible, creo que esa es la dirección que debemos tomar porque cuanto antes se tome antes habrá mayor percepción social", añadió. Para José Manuel Valcárcel, militante de base en la actualidad, "hay que dar la oportunidad, por lo menos, a la reflexión social, para que la jefatura de Estado se decida de un modo más democrático". "Solo puede ser planteando una reforma del marco constitucional", añade.