El teniente coronel Antonio Tejero Díez, que fue cesado por celebrar el golpe del 23-F con una comida en el cuartel de Valdemoro (Madrid) a la que acudió su padre, aunque luego fue trasladado a otro destino, no incurrió en ninguna infracción disciplinaria, según el Ministerio del Interior. Al respecto, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) consideró que la dirección del cuerpo fomenta el "caciquismo" y el "despotismo" al haberle restituido en el puesto.