Los comicios europeos celebrados en España han supuesto la primera gran derrota del bipartidismo representado por el PP y el PSOE y la consiguiente irrupción de fuerzas políticas que, como Podemos, se estrenaban en una contienda electoral.

Partido Popular y Partido Socialista habían utilizado la campaña para intentar una mayor presencia en las urnas que la que auguraban las encuestas porque consideraban que la victoria estaba esta vez mucho más apretada que en otras ocasiones.

La abstención se ha quedado finalmente en la tercera más alta de la historia de la democracia española, pero muchos de los que se han acercado a los colegios electorales se ha decantado por otras opciones a las dos mayoritarias.

Si hay que hablar de partido ganador, el PP se ve acreedor de ese título por haber sido el más votado y haber logrado dieciséis escaños en el Parlamento Europeo.

Ha perdido ocho escaños respecto a los resultados de 2009, pero ha aventajado en dos a los socialistas, que se han dejado nueve asientos de la Eurocámara por el camino.

La suma de los votos a los dos grandes partidos no llega al 50 por ciento en unas elecciones en las que ha habido una alta fragmentación de la izquierda, y ese porcentaje obligará a una detenida reflexión de populares y socialistas.

Ambos se niegan a hacer una extrapolación de estos resultados como si fueran unos comicios generales porque los condicionantes son bien distintos y porque consideran que las europeas son vistas por los ciudadanos como las más propicias para un toque de atención.

Habrá que esperar a comprobar si el Gobierno interpreta la victoria del PP como un aval a la gestión realizada durante casi dos años y medios de legislatura.

De momento, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha hecho la lectura de que España y Alemania son los únicos dos grandes países de la UE en los que las elecciones de han sido ganadas por los partidos que están en el gobierno.

Y habrá que estar atentos a la repercusión que los resultados del PSOE van a tener en la carrera por las primarias.

Los socialistas habían secundado un pacto no escrito para no entrar de lleno en este debate hasta que se conocieran los resultados, y la cabeza de lista del partido ante esta cita, Elena Valenciano, ha reconocido que los resultados son muy malos y no ha descartado posibles consecuencias.

¿Cuándo? ¿Cuáles? De momento, hoy mismo habrá reunión de la Ejecutiva federal socialista que analizará la situación.

También habrá Comité Ejecutivo Nacional del PP encabezado por Rajoy en el que se conocerá la primera valoración del presidente del Gobierno.

Si pese a la sangría de votos el PP puede considerarse ganador por ser el partido más votado, también se ven como tales otras formaciones como la Izquierda Plural (que aumenta de dos a seis escaños), UPyD (que sube de uno a cuatro), Ciudadanos o Primavera Europea (ambos logran uno).

Pero especialmente significativo es el caso de Podemos, una formación heredera del 15M "novata" en los procesos electorales y que en su primera cita ha logrado cinco representantes.

A la búsqueda de ganadores, ERC también reclama ese título al haber sido la formación más votada en Cataluña (superando a la Coalición por Europa de la que formaba parte CiU), donde, tras aumentar la participación más de un 10 por ciento y en medio del debate independentista, ha triplicado los votos conseguidos hace cinco años.

Las de hoy han sido las primeras elecciones en toda España desde las legislativas de noviembre de 2011 y los resultados obligarán a repasar estrategias ante las que aguardan ya en 2015: municipales, autonómicas y generales.

Principalmente, por parte de los dos partidos más votados pero, a la vez, más castigados en estas elecciones, PP y PSOE, y a los que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha bautizado como "la casta". Y la casta deberá dejar claro en los próximos meses si ha entendido el mensaje.