FAES, el ariete de Aznar contra Rajoy

F. GUTIÉRREZ

La Fundación de Análisis y Estudios Sociales que preside y controla José María Aznar es algo más que un potente "think tank" o laboratorio de ideas del PP. Se trata en realidad del medio del que se vale para de un modo u otro mantenerse en la política activa desde que en 2004 saliera del Gobierno y con el que de una forma reincidente intenta marcar la agenda política a su sucesor, Mariano Rajoy.

Constituida a partir de las fundaciones vinculadas al PP, como la Cánovas del Castillo, su financiación procede en un 60 por ciento del erario público, y el resto, de donantes privados. Pese a su compromiso neoliberal, FAES se convirtió en 2007, con Rodríguez Zapatero en la Moncloa, en la fundación política que más subvenciones recibió del Gobierno.

Oficialmente FAES se define como una organización privada sin ánimo de lucro, de ideología liberal conservadora, ligada al PP y con el objetivo de desarrollar políticas alternativas a las socialistas. Sus críticos en cambio la consideran una fundación aznarista que sintoniza con la derecha más dura del partido y que no duda en revolverse contra el presidente Rajoy.

Su papel no ha pasado inadvertido en el último tenso desencuentro de Aznar con su sucesor. Los hombres de FAES fueron los interlocutores encargados de transmitir el doble plantón del expresidente después de que el PP rectificara y le ofreciera participar en la campaña electoral europea.

Un año antes, en plena crisis por las inasistencias reiteradas del expresidente a las reuniones del PP, FAES utilizó su publicación oficial para exigir a Rajoy más contundencia en el mensaje y que no se dejara arrebatar la calle ante las protestas por los recortes económicos.

También Aznar intentó marcar la pauta a su sucesor a través de un durísimo documento de la Fundación contra el desafío independentista catalán. Lo hizo en enero pasado, antes del desplante al presidente en la convención del PP en Valladolid.

Una de las primeras intervenciones de FAES como escudero de Aznar data de 2008, cuando entró en escena para desmentir que su presidente tuviera que ver con el embarazo de la entonces ministra francesa Rachida Dati. Desde aquella defensa, la Fundación fue mutando hasta convertirse en el medio preferido de Aznar para hostigar a un Mariano Rajoy que paulatinamente se desmarcaba de obsesiones "conspiranoicas" a la vez que ponía de forma decidida rumbo hacia el centro-derecha.

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