El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, llamó ayer a los vascos a celebrar hoy el Aberri Eguna ("Día de la patria vasca") "más allá de siglas" y a brindar "por esta patria vasca" que "se está construyendo". En el manifiesto al que hoy se dará lectura, el PNV reivindica "una nación vasca" presente en Europa con derecho a decidir "libre y democráticamente su futuro" y que incluya Navarra y el País Vasco francés.

En este "nuevo tiempo de paz", el PNV exige también "la rápida eliminación efectiva de los arsenales" de ETA y el reconocimiento del "daño injusto" causado a las víctimas.

En el texto, titulado "Euskadi Europara begira-Euskadi mira a Europa", los nacionalistas afirman: "Miramos a Europa porque somos Europa. En ella está nuestro lugar como comunidad nacional". Porque "Euskadi es una vieja nación que se renueva y fortalece, y debe ser nación en Europa, junto a algunas que ya están, como Estonia o Croacia, junto a otras que piden paso, como Escocia, Flandes o Catalunya".

En esta línea, reclaman "el reconocimiento del pueblo vasco y el derecho que le asiste a decidir libre y democráticamente su futuro en igualdad de condiciones con el resto de naciones" de su entorno. Además, recuerda, "el pueblo vasco encuentra su presencia y expresión en dos realidades distintas, en dos Estados (el español y el francés) que se resisten a reconocer su carácter diferencial".

De esta forma, los nacionalistas se refieren al País Vasco francés, al País Vasco y a Navarra, que "completan el mapa político-administrativo de esta nación; un pueblo vasco con tres ámbitos de decisión que deberán respetarse escrupulosamente para dotarlo de legitimidad democrática".

"Dos son los objetivos concretos" de este Aberri Eguna para los nacionalistas vascos: "un consenso básico de paz y convivencia" y la apertura de un "debate incluyente que propicie un singular avance del autogobierno en Euskadi". Lo segundo, exponen, mediante "un acuerdo democrático que posibilite el reconocimiento y su adaptación a las normativas básicas del derecho a decidir".

A su juicio, "sin violencia de por medio, hoy todo es posible", porque "la herramienta es el diálogo y el contraste". "Negarlo supondría un fraude a la democracia y vetarlo, un retorno a las posiciones de fuerza, a la imposición y al conflicto permanente", asegura.