El extesorero del PP Luis Bárcenas negó ayer ante el juez que la fortuna que acumuló en cuentas en Suiza, que llegó a ser de 48,2 millones, fuera producto de dinero sustraído de la supuesta caja B del PP e insistió en que toda ella fue fruto de operaciones mercantiles.

Según el abogado Miguel Durán, el interrogatorio se centró en el origen de sus ingresos y más concretamente en las tres únicas correlaciones que ha detectado la unidad de delincuencia económica y fiscal entre la contabilidad del extesorero y sus cuentas en Suiza.

A juicio de Durán, Bárcenas desmontó esas coincidencias, de las que señaló que no hay una relación exacta en el tiempo ni en las cantidades. Según la Policía, esas correlaciones serían un ingreso de 30.050,61 euros que Bárcenas realizó en el Dresdner Bank el 31 de enero de 2001 y otro de 120.000 el 30 de junio de 2003. Estas aportaciones coincidirían con sendas cantidades anotadas en los papeles de Bárcenas. Una de 5 millones de pesetas en enero de 2001 a nombre de "Cecilio Sanch. (Aguas)", al que se ha identificado como Cecilio Sánchez Martín, vinculado a FCC, y otra el 25 de junio de 2003 por 120.000 euros a nombre de "M. Contreras", que correspondería al presidente de Azvi Manuel Contreras.

Rosalía Iglesias, esposa de Bárcenas, se quejó ante el juez de que no llega a fin de mes con los 300 euros de que dispone para sus gastos, tras el embargo de sus bienes, y que la tiene que ayudar su madre enferma. Afirmó también que Rajoy y Arenas les dijeron, en la reunión en la que se pactó la salida del ex tesorero, que "todo iba a seguir igual" y que se pactaron una "indemnización en diferido" y coche oficial".