La Policía Nacional ha detenido en Valencia a los tres presuntos implicados en el asesinato en Murcia de la pareja holandesa formada por la campeona de voleibol Ingrid Visser y su novio, Lodewijk Severin, detrás del cual se esconde la reclamación de una importante deuda económica. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados el domingo por la tarde, descuartizados y metidos en bolsas de plástico, gracias a la confesión del primer detenido, el valenciano Juan C. L., de 36 años, con antecedentes por estafa y con quien el novio de Ingrid había iniciado un negocio para invertir en una cantera de mármol.

Los otros dos arrestados, los rumanos Valentin I., de 59 años, y Constantin S., de 47, fueron supuestamente contratados para ejecutar a los holandeses, ya que Juan C. L. no disponía del dinero que le adeudaba a Severin y que éste esperaba cobrar durante su viaje a Murcia.

El supuesto inductor del doble crimen, Juan C.L., fue durante varios años gerente del Club Atlético Voleibol Murcia 2005, en el que militó como jugadora Ingrid Virssen, por lo que esa fue la etapa en la que la jugadora holandesa, 500 veces internacional con su selección, entró en contacto con él, si bien la mujer era ajena a los negocios de su pareja con el gerente del club murciano.

La investigación policial, llevada a cabo por el grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Murcia, en colaboración con la de Valencia, se aceleró en el momento en que los agentes lograron ubicar el lugar del crimen, una casa rural de Molina de Segura (Murcia), a la que la pareja holandesa acudió "voluntariamente", según recalcó ayer el jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán.

A partir de esa información, la policía logró, siguiendo el rastro de las llamadas de las víctimas, centrar una reunión que Juan C.L. iba a celebrar en Valencia a mediodía del pasado sábado con los dos sicarios. Agentes de Murcia acudieron al punto de reunión y apresaron a Juan C.L., aunque los otros dos sospechosos escaparon.

El arrestado confesó los hechos y accedió a acompañar a los investigadores tanto a la casa de Molina de Segura en dos de cuyas habitaciones fueron asesinados Ingrid y Lodewijk, como al huerto de limones de la pedanía murciana de Alquerías, a unos 15 kilómetros de distancia, donde estaban enterrados los cuerpos despedazados de los dos holandeses.

Además, facilitó los datos básicos -el nombre de pila de uno, la calle donde residía y la descripción física del otro- para que la policía ubicase a los dos supuestos autores materiales del doble crimen. A las 9.00 horas de ayer, los agentes detenían a Constantin S., en el momento en que salía de su domicilio, y cuatro horas más tarde, sobre las 13.00 horas, era apresado Valentin I..

Anoche estaba previsto que los tres detenidos fueran trasladados a Murcia en un vehículo policial, una vez que los jueces de guardia de Valencia fueron informados de las detenciones y se inhibieron en favor del juzgado murciano que investigaba desde el pasado día 13 la desaparición de Ingrid y de su novio Lodewijk.

Confesión completa

Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, nada más ser detenido, Juan C.L. confesó que había urdido el plan para matar a la pareja al verse atosigado porque Severin le reclamaba el pago inmediato de una elevada suma de dinero que le había ido adelantando el holandés en la creencia de que el valenciano estaba invirtiéndolo en la cantera de mármol.

Como no disponía del dinero, decidió, presuntamente, matar a la pareja, para lo cual habría contratado a Valentin y a Ion, sin apenas antecedentes y que, al parecer, atravesaban dificultades económicas que les habrían empujado a aceptar el "trabajo" en Murcia.