Los ingresos netos de la Infanta Cristina pasaron de 229.301,45 euros en 2001 a un total de 325.963,46 en 2010, según se desprende de las declaraciones de la renta que la Agencia Tributaria (AEAT) ha aportado al juez instructor del caso Nóos, José Castro.

Estos ingresos incluyen retribuciones dinerarias por rendimientos de trabajo y también otras actividades económicas no detalladas que van incrementándose a lo largo de los años desde los 75.000 euros en 2001 hasta los 139.050 de 2008, que es el último año en el que este concepto aparece desglosado.

A partir del año 2009, el formato de la declaración sufre un cambio y no es posible hacer esa distinción entre lo recibido por "nómina" y por otro tipo de actividades, según técnicos tributarios consultados por Europa Press.

Las tributaciones fueron entregadas después de que así lo solicitase el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, quien libró oficio a Hacienda para que informase de las diez últimas declaraciones del IRPF de la Infanta y de su marido, Iñaki Urdangarin. La documentación tanto de éste como de su esposa ya se encuentran incorporadas a la causa.

En concreto, la AEAT se remonta al año 2002 a la hora de analizar la tributación del Impuesto sobre la Renta por parte de la Infanta, un periodo en el que presentó como rendimientos del trabajo 147.000 euros, mientras que en el concepto de rendimientos de actividades económicas aparecen unos ingresos totales de 75. 547,23 euros. Ese mismo año los ingresos arrojan un resultado 220.416,60 euros a los que habría que sumar otro concepto, relacionado con ganancias patrimoniales por otros 8.884,85 euros.

En la declaración de 2003 los ingresos netos son de 286.011 euros, correspondiendo 150.000 euros a los rendimientos del trabajo y 76.504,77 a esas otras actividades económicas sin detallar. Un año más tarde, el neto percibido fue de 248.550 euros, correspondiendo 153.000 euros a rendimientos del trabajo y 83.250 a otras actividades económicas.

Los rendimientos por actividades económicas de Cristina de Borbón siguieron incrementándose en 2005, siendo ese año de 112.500 euros y quedando los reflejados en rendimientos del trabajo por un total de 156.060 euros. El ingreso neto total de ese año fue de 268.580,97 euros, según los citados documentos.

Venta de inmueble

En 2006, el neto fue de 282.237,23 euros. Ese año los rendimientos del trabajo arrojan un saldo de 159.180 euros mientras que los reflejados por actividades económicas ascienden a 124.050 euros. Ese mismo año aparece un apunte relacionado con la venta de un inmueble por 556.067 euros con una ganancia de 382.782,23 euros que no tributa al tratarse de un beneficio dirigido a la compra de otro inmueble.

Un año más tarde, según las declaraciones de IRPF, los ingresos totales se situaron en 288.267,73 euros siendo los rendimientos de trabajo de 162.360 euros y lo obtenido por actividades económicas un total de 131.400 euros. Ya en 2008, que es el último ejercicio en el que se desglosa este concepto, por actividades económicas la Infanta declaró 139.050 euros y los ingresos netos se situaron en 295.927,03 euros.

A partir de 2009, las retribuciones dinerarias aparecen únicamente bajo el concepto de rendimientos del trabajo por un total de 311.169 euros situándose los ingresos netos declarados en 315.218,38 euros. En 2010 se reflejan 319.298,32 euros como retribuciones dinerarias procedentes de rendimiento del trabajo, ascendiendo el neto total declarado a 325.963,46 euros.

En 2001, cuando ya se encontraba en Washington (EE:UU:), Cristina de Borbón presentó una declaración de no residentes donde únicamente aparece un apunte de 36.000 euros, que según fuentes consultadas por Europa Press podría estar relacionado con el alquiler a un ciudadano árabe del Palacio de Pedralbes.

Investigación de cuentas y bienes

El juez Castro ha oficiado a la Agencia Tributaria de Cataluña (AEAT) para que rastree todas las cuentas corrientes de las que la Infanta Cristina sea titular o en las que aparezca como apoderada, así como sus bienes muebles e inmuebles, fondos de inversión, activos financieros y depósitos de los que disponga, tal y como ha acordado en un auto de 46 páginas que ha dictado para investigar si incurrió en delitos de fraude fiscal o de blanqueo de capitales.

En la misma resolución, con la que Castro ha acordado incorporar a la causa las declaraciones de la renta de la hija del Rey Don Juan Carlos, insta a la AEAT a que indague si la hija del Rey Don Juan Carlos hizo uso de los fondos de Aizoon, procedentes del Instituto Nóos, para la rehabilitación del palacete de Pedralbes que comparte con Iñaki Urdangarin así como para otras atenciones personales y familiares.

No son las únicas diligencias que solicita el magistrado en relación al supuesto fraude fiscal en el que habría incurrido el matrimonio, puesto que, sobre los fondos que Aizoon, propiedad al 50 por ciento de los Duques de Palma, habría defraudado al fisco, solicita un informe en el que determine las cuotas que la mercantil tributó entre los años 2007 y 2010, computando tanto los ingresos declarados como los que habrían sido ocultados a Hacienda.

De este modo, a partir de ahí pide a la AEAT que lleve a cabo un estudio de los gastos efectuados por la mercantil y, una vez fijada la base imponible, se valore los ajustes, deducciones, retenciones o pagos fraccionados que podrían haberse efectuado de forma "improcedente". Realizadas estas operaciones, indica el magistrado, los inspectores de Hacienda deberán calcular la cuota íntegra y líquida correcta y la diferencia con las declaradas.

De forma paralela, el instructor reclama al fisco que cuantifique la cuota del IRPF presuntamente defraudada por Urdangarin en 2007 y 2008, ejercicios en los que el Duque habría defraudado a Hacienda al menos 240.000 euros al utilizar a Aizoon como "pantalla" para tributar gastos como los de su propio servicio doméstico o los de su asistenta personal, con el objetivo de beneficiarse de un tipo impositivo inferior (el aplicado a las sociedades).

Ante la complejidad de estas operaciones, Castro propone asimismo a la AEAT que le sea adscrito a su Juzgado el funcionario del Cuerpo de Vigilancia Aduanera que ha trabajado en el marco de estas pesquisas, con el objetivo de que le asesore e informe en materia tributaria y de blanqueo de capitales.

Aizoon "no era más que una pantalla"

La Agencia Tributaria ya puso en conocimiento del juez, mediante un informe al que tuvo acceso Europa Press, cómo Urdangarin habría interpuesto Aizoon para facturar "ciertos servicios de carácter personalísimo" que nada tenían que ver con la actividad de la empresa, todo ello con el objetivo de reducir su propia tributación en la declaración del IRPF.

No obstante, la Audiencia Provincial de Baleares, en el auto por el que dejó las puertas abiertas a la posible imputación de la Infanta por fraude fiscal, replicaba que si Aizoon estaba participada al 50 por ciento por la Infanta, "no era más que una pantalla" y se constituyó "con una finalidad defraudatoria", no se entiende que sólo atribuya la defraudación a uno de los socios (a Urdangarin).

Tal y como señalaba Hacienda, refiriéndose únicamente a Urdangarin, éste utilizó Aizoon para percibir retribuciones procedentes de entidades privadas por su condición de consejero asesor que, sin embargo, eran facturadas a través de Aizoon con el mismo fin de tributar menos en su declaración de la renta.

Se trata de unos ingresos que percibió de mercantiles como Motorpress Ibérica, Aceros Bergara, Mixta África, Pernod Ricard (Francia), Havas Sports France y Seeliger y Conde que quería "ocultar" a la hora de pagar el IRPF y que, de acuerdo con los datos obtenidos por Hacienda, "resulta claro" que "deben imputarse a la persona física [en relación al Duque de Palma] y no a la persona jurídica [Aizoon]".

Ahora, la Audiencia asegura no comprender que la AEAT prescindiese de considerar la actuación cooperadora del socio no administrador [la Infanta] respecto del delito contra la Hacienda Pública", al aseverar que la Infanta "debería saber o conocer que Aizoon era una sociedad pantalla y que su marido la utilizaba para defraudar a Hacienda", tanto en lo que al impuesto de sociedades se refiere como respecto al IRPF, y que "se ha enriquecido con contratos ilegales y dinero público por facturas giradas por Aizoon a Nóos".