La Agencia Tributaria ha requerido en el curso de una investigación por presunto delito fiscal los movimientos de una cuenta corriente a nombre de Iñaki Urdangarín y de su esposa, la infanta Cristina, que había permanecido oculta a Hacienda.

Los inspectores fiscales asignados al "caso Nóos" también están analizando una caja con documentos procedentes de los bancos de Luxemburgo, que poseían en relación a la presunta trama de desvío de fondos públicos liderada por el duque de Palma.

La Agencia Tributaria está elaborando un complejo informe sobre el presunto entramado de malversación de caudales públicos bautizado como caso Nóos. El juez le pidió hace meses un detallado dictamen respecto a las empresas investigadas, sus principales proveedores y los imputados más destacados.

Básicamente, el entramado obtuvo más de seis millones de euros de fondos públicos por organizar unos eventos y prestar otros servicios, a través del Instituto Nóos y de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), dos entidades aparentemente sin ánimo de lucro. Los principales encausados crearon una red de sociedades y asociaciones que actuaron como proveedores de Nóos y ganaron varios millones de euros.

Parte del dinero fue sacado de España mediante una trama de testaferros, empresas pantallas y cuentas corrientes en Luxemburgo, Inglaterra, Belice, Andorra y Suiza.

Los funcionarios de la Agencia Tributaria han solicitado al juez datos sobre una cuenta corriente que los duques de Palma tenían abierta en Caixabank y que, hasta ahora, no había sido investigada. Hacienda quiere las operaciones de esa cuenta en los años 2004, 2005 y 2006. La numeración de ese depósito bancario no coincide con otro descubierto a través de un correo electrónico facilitado por Diego Torres y que también estaba a nombre de los duques de Palma en la misma sucursal de Barcelona de Caixabank, la situada en la calle Cardenal Vives i Tutó 65-67.

Iñaki Urdangarín envió los datos de esa segunda cuenta a la princesa Corinna a través de un mensaje electrónico.

Según el auto dictado por la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca el pasado 7 de mayo, Iñaki Urdangarin y su esposa, la infanta Cristina, han podido cometer delitos fiscales y de blanqueo de capitales en los ejercicios correspondientes a los años 2004, 2005 y 2006, al cargar en su empresa Aizoon S.L. (una de las proveedoras de Nóos) gastos privados como la reforma de su palacete de Pedralbes en Barcelona.

Hacienda también ha solicitado los movimientos de otras dos cuentas bancarias ligadas a las empresas BPMO Edigrup y Citricus Online S.L., dos de los proveedores del entramado Nóos. Las dos sociedades están vinculadas al empresario Pablo Herrera Fontanals.

Herrera Fontanals admitió ante el juez Castro haber emitido 13 facturas ficticias en favor de Nóos para que este justificase ante Administraciones Públicas el destino dado a fondos públicos. Las facturas ascendían a 134.840 euros.

La cuarta cuenta corriente investigada fue abierta por una empresa de Diego Torres, Virtual Strategis, en una oficina del Banco de Sabadell de Sant Cugat del Vallés.

Hacienda quiere también tener acceso a una caja con documentos descubiertos en bancos de Luxemburgo, a raíz de la comisión judicial remitida a ese paraíso fiscal por el juez Castro.