El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, ha negado cualquier vinculación de los servicios de inteligencia con la princesa Corinna, quien no ha sido nunca escoltada por agentes del centro, ni tampoco ha cobrado ni ha solicitado pago alguno al CNI.

Según han asegurado a Efe fuentes parlamentarias, en su comparecencia de hoy ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, Sanz Roldán ha dicho desconocer si la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha realizado algún tipo de trabajo "clasificado" para el Estado, aunque sí ha negado que haya trabajado para el CNI.

A Sanz Roldán no le consta tampoco que se hayan destinado recursos públicos específicos a la seguridad de la princesa, que en ningún momento fue protegida por personal de los servicios de inteligencia que, ha recordado, tampoco están habilitados para estas funciones.

En cualquier caso, ha asegurado que de haberse realizado ese servicio de protección, la orden tendría que haber llegado del Gobierno que estuviera en ese momento.

Sobre el lugar de residencia en España de la princesa Corinna, el director del CNI ha afirmado que el centro no tiene capacidad para conocer si ésta pudo alojarse en algunas de las residencias de Patrimonio Nacional, tal y como se ha asegurado en algunas informaciones periodísticas.

Ya sobre el espionaje político en Cataluña, Sanz Roldán ha negado cualquier vinculación del CNI con la empresa Método 3.

Sí ha reconocido que esta empresa ofreció sus servicios al centro, tal y como hacen habitualmente otras firmas del sector, pero el CNI no firmó contrato alguno con la compañía al no necesitarlos.

Según las fuentes consultadas, el director del CNI ha afirmado también no tener conocimiento de que haya planes para crear un servicio de espionaje en Cataluña.

Otro de los asuntos sobre el que el director del CNI ha sido preguntado por los portavoces parlamentarios es el caso del "hacker" argentino, socio y director tecnológico de la empresa CF Labs, Matías Bevilacqua, que trabajó para el CNI y al que algunos medios han vinculado con el pirateo de 30.000 correos del Instituto Nóos.

Sanz Roldán ha reconocido que hasta 2008 el CNI trabajó con dos empresas vinculadas a Bevilacqua y especializadas en informática forense, pero que el centro decidió prescindir de esos servicios al desarrollar sistemas propios para realizar estas tareas.

No obstante, el director del CNI ha negado tajantemente cualquier relación de los servicios de inteligencia con el caso Nóos.