Diego Torres, el ex número dos del Instituto Nóos, investigado por presunta malversación de fondos públicos, carga contra su antiguo socio y amigo Iñaki Urdangarín en su recurso para pedir la nulidad de la fianza de casi 8,2 millones. Torres afirma que el duque fue "quien siempre disponía, decidía y ordenaba", mientras que él era un mero subordinado.

Manuel González Peteers, defensor de Torres, presentó ayer su recurso de apelación contra el último auto del juez Castro confirmando la fianza que deberán depositar, de forma solidaria, su cliente y el yerno del Rey. Mario Pascual, letrado del duque, hará lo propio en los próximos días. Ahora será la Audiencia quien decida sobre la oportunidad, y en su caso cuantía, de ese aval millonario, destinado a cubrir las posibles penas económicas del caso.

Torres afirma que Urdangarín era quien dirigía Nóos y tilda su rol de vicepresidente del instituto de "cargo honorífico". Asegura que las decisiones se tomaban en la junta de gobierno: "donde Urdangarín tenía una clara mayoría por ser el presidente; su esposa, doña Cristina, vocal; y Carlos García Revenga, asesor de la Casa del Rey, tesorero; el quinto integrante era el secretario Miguel Tejeiro". "¿Qué clase de facultad de decisión podía tener mi representado en Nóos si estaba en franca minoría?", se pregunta González Peteers.

Torres solicita a la Audiencia que repase los correos electrónicos aportados por él al juzgado en los últimos meses. Esos mensajes, según Peteers, prueban que "el quehacer de mi representado estuvo, desde siempre, supervisado, validado, autorizado, auspiciado, incentivado y soportado por un ejército de asesores de todo tipo".

"Torres, ni por asomo, podía tener la más leve sospecha de existencia de irregularidad alguna", en las operaciones y contratos de Nóos con las Administraciones Públicas, añade el recurso. Entre las personas que, según el exnúmero dos, asesoraron al instituto se hallan Carlos García Revenga, secretario de las infantas y asesor de la Casa del Rey; José Manuel Romero, conde de Fontao y asesor también jurídico del monarca; el propio don Juan Carlos; la infanta Cristina y algunos allegados al duque, como el empresario Joaquín Boixareu, "tal vez hoy examigo".

Torres dice al tribunal, el duque se rodeaba de acólitos a los que autorizaba a participar en las operaciones de Nóos. "El proceso fue supervisado, con directa intervención, por parte del asesor de la Casa Real José Manuel Romero, por lo que mayor garantía de licitud a ojos de mi representado de cumplimiento riguroso de las normas es imposible de tener".

Aunque uno de los últimos correos desvelados por Torres recoge una petición de Urdangarín al Rey pidiéndole que haga las gestiones ante personalidades invitadas al Valencia Summit con rapidez, a la vez que queda a la espera del "plan de acción", el abogado del exsocio dice que su cliente "no quiere vincular a la Corona con nada". Otro mensaje alude a que Nóos solicitó el asesoramiento del bufete catalán Cuatrecasas para la puesta en marcha de su sociedad sucesora.

Mientras, el defensor de Urdangarín quitó hierro a las deudas y a la situación económica que sufre su representado después de declarar este que le quedan 80.000 euros ahorrados y que había dejado de pagar dos de los recibos trimestrales de la hipoteca de su palacete . El letrado tildó de "desmedido" el afirmar que el yerno del Rey, que no tiene trabajo, bordea la bancarrota.