Iñaki Urdangarín contestó con un "no lo sé", "no lo recuerdo" o "no tengo constancia" a un total de 110 preguntas que le fueron dirigidas en su declaración ante el juez del caso Nóos el pasado 23 de febrero. El yerno del Rey se desvinculó de la gestión de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, la entidad que sustituyó al Instituto Nóos, y atribuyó ese papel a su examigo Diego Torres.

Ayer trascendió la trascripción del interrogatorio del duque, que duró casi cuatro horas y media. Urdangarín, defendido por el letrado Mario Pascual, también rehusó responder a otras muchas preguntas relacionadas con los correos electrónicos aportados al sumario por Diego Torres, el exnúmero dos del entramado Nóos.

La lectura de la declaración del esposo de doña Cristina revela que éste se acogió ante un gran número de cuestiones a la falta de memoria. El yerno del Rey limitó su papel en Nóos a ser una especie de relaciones públicas, mantener los contactos de alto nivel y trabajar como especialista en consultorías deportivas. Urdangarín rechazó haber tenido nada que ver con la gestión del Instituto y las empresas vinculadas.

Únicamente aceptó haber administrado Aizoon S.L., la consultoría-inmobiliaria que posee a medias con Cristina. Sin embargo, el principal imputado en Nóos también recurrió al socorrido "no lo sé" o "no me consta" para responder a cuestiones cómo por qué Aizoon contrató servicios de otras empresas del grupo Nóos por los que pagó decenas de miles de euros.

Urdangarín se escudó en sus asesores, varios de los hermanos Tejeiro, los cuñados de Diego Torres, para contestar a cuestiones relativas a la declaración fiscal de sus ingresos en Aizoon. Entre las decenas de circunstancias y hechos que el declarante aseguró haber olvidado se halla la celebración de reuniones de la junta directiva de Nóos. En ese órgano figuraban, además de Urdangarín y Torres (presidente y vicepresidente, respectivamente); Cristina de Borbón, como vocal; Carlos García Revenga, secretario de las infantas en la Casa Real, en calidad de tesorero; y Miguel Tejeiro, cuñado de Torres, asesor del duque y secretario.

En su declaración del 16 de febrero, Torres mantuvo que la infanta Cristina participó en esas reuniones de la junta directiva de Nóos, de las que no guarda memoria Urdangarín.

Asuntos cruciales

Fiscalía, juez y abogacía del Estado dirigieron al duque preguntas muy concretas e insistieron en los asuntos cruciales. Pero su tenacidad chocó con el muro de la mala memoria del yerno del Rey.

El fiscal inquirió al duque cuánto le pagaba Telefónica por su trabajo en Estados Unidos. La primera contestación fue un "pues no lo recuerdo bien". Horrach le espetó un "es fácil de recordar". Finalmente, Urdangarín dijo que su sueldo anual rondaba los 350.000 euros. Sí tuvo buena memoria para negar de manera explícita tres acusaciones: haber cobrado de la empresa Aguas de Valencia en una cuenta en Suiza; haber recibido dinero, a través de Nóos, de los nonatos Juegos Europeos; y haberse lucrado con la búsqueda de apoyos para la candidatura Olímpica de Madrid 2016.

Por otra parte, según la Agencia Tributaria, los duques se gastaron tres millones de euros en la reforma del palacete Pedralbes (Barcelona) que compraron por 5,8 millones.El juez le dijo: "Vamos a llegar a la verdad, con su colaboración o sin ella. Usted decide".