Carlos García Revenga, el asesor de la Casa Real y secretario personal de las infantas, sostuvo ante el juez que Don Juan Carlos no sabía que él pertenecía como tesorero al instituto Nóos, ni que su hija Cristina era vocal en el consejo de administración del proyecto que dirigía su marido.

Revenga intentó convencer al juez de que entró en el proyecto empresarial que encabezaba el duque por la amistad que tenía con él. Aceptó el cargo de tesorero, a petición expresa de Urdangarin, sin cobrar ninguna recompensa económica y sin implicarse, según su declaración, en la gestión de Nóos.

Revenga, que tuvo una disputa con el fiscal, salió en defensa de Cristina y afirmó que la infanta tampoco tuvo ninguna actuación ejecutiva en Nóos. Dijo que había hablado varias veces de este asunto con la propia Cristina y por ello podía afirmar que su cargo de vocal era figurativo. También explicó que participaba en esta aventura empresarial a título personal. "No está en calidad de infanta de España porque firma Cristina", aclaró. Por su parte, Urdangarín declaró que la mujer de Revenga ayudaba a su esposa "como amigas".