La Audiencia Nacional ha absuelto al presunto responsable de informática de ETA Iraitz Guesalaga, acusado de encriptar documentos para la banda, al considerar que las pruebas usadas en su contra son insuficientes y se obtuvieron de un modo que "no se ajusta a los parámetros de legalidad".

Así lo ha acordado la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal en la que absuelve a Guesalaga del delito de pertenencia a banda armada por el que la Fiscalía solicitaba diez años de prisión para él por instruir en el manejo de programas de encriptación al responsable de ETA en Venezuela, Arturo Cubillas.

La sala considera probado que la persona identificada como "Iraitz" en diversos documentos incautados a "Thierry" -detenido en la localidad francesa de Burdeos en mayo de 2008- y firmados por "Pagoa" -presunto alias del abogado del movimiento Pro-Amnistia Joseba Agudo Mancisidor- se corresponde con el del acusado.

Asimismo, señalan los magistrados que en esos papeles se nombra también a Ekaitz Sirvent, responsable del aparato político de ETA arrestado en abril de 2009 en París.

De esos papeles se desprende que Guesalaga viajó junto a su novia Itxaso Urtiaga del 11 de septiembre al 11 de octubre de 2008, sin que conste "indubitadamente" que también se hubiera desplazado el año anterior, tal y como sostenía el fiscal, ni tampoco que durante esa estancia "tuviera contactos en la selva venezolana con otros miembros de ETA para colaborar en la encriptación de documentos".

Y es que las pruebas de cargo contra Guesalaga, prosiguen los magistrados, se limitan a los documentos incautados a "Thierry" y los billetes de avión a Venezuela vía París con fecha de septiembre de 2008 encontrados en el domicilio de Urtiaga.

En este sentido, afirman que la acusación no ha acreditado la condición de informático del acusado o, al menos "conocimientos de alto nivel" en la materia, ni tampoco que se desplazara a Venezuela con anterioridad a 2008, tal y como sostenía el Ministerio Público.

Critican así que se dieran por ciertos otros desplazamientos al país sudamericano sin aportar ningún "dato objetivo" ni que se haya realizado ninguna gestión para averiguar la condición de informático de Guesalaga, que en el juicio celebrado la semana pasada aseguró que era "muy torpe con el ordenador" y sólo sabía "lo básico como el Word, el mail y ver películas".

Pese a ello, continua la sala, dos años después de la detención de "Thierry" y del viaje a Venezuela por parte del acusado el instructor de la causa, Fernando Grande-Marlaska, solicitó "sin más explicaciones" la intervención del teléfono de Urtiaga en un oficio fechado en octubre de 2010.

Una intervención cuya prórroga solicitó la Fiscalía y que el magistrado de la Audiencia Nacional acordó sucesivamente hasta enero de 2011, fecha en la que fue detenida la pareja, sin que hubiera habido "ningún avance en la investigación, ni justificación alguna" sobre su necesidad.

Asimismo, añaden que la versión que ofreció Urtiaga en sede policial, cuando reconoció que había viajado a Venezuela con su novio y que éste se había ausentado durante varios días, no fue corroborada por la misma ni ante el instructor ni en el juicio celebrado la semana pasada.

"La versión policial no sólo carece de fuerza probatoria acreditativa de su contenido pues, aún dándola por cierta, faltaría el requisito jurisprudencialmente exigido" de corroborar los otros datos.

Por todo ello, el tribunal subraya que las pruebas de cargo "no sólo han sido absolutamente insuficientes para desvirtuar la presunción de inocencia (...) sino que además el procedimiento utilizado para obtenerlas no se ajusta a los parámetros de legalidad".