El Príncipe de Asturias ha visitado hoy a la capilla ardiente de Marcelino Camacho para expresar su pesar y solidaridad a la familia y rendir homenaje a la "figura histórica" de este dirigente sindical "en la transición española, en la defensa de los trabajadores y en la lucha por los derechos sociales".

Tanto los Reyes como los Príncipes de Asturias han enviado telegramas de pésame a Josefina Samper, la viuda de Camacho, quien ha recibido personalmente, al igual que los hijos y nietos del fundador de CCOO, las condolencias de Don Felipe.

El Heredero de la Corona española, que ha llegado en torno a las 13:00 a la sede de CCOO-Madrid, donde permanece instalada la capilla ardiente, ha coincidido allí con el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, a quien ha saludado antes de firmar en el libro de condolencias.

En unas breves declaraciones antes de abandonar la capilla ardiente, Don Felipe ha explicado que, en su nombre y en el de Doña Letizia y el resto de la Familia Real, deseaba expresar el pésame y tristeza por el fallecimiento de Marcelino Camacho a su familia, al sindicato y a sus compañeros.

"La Corona quiere rendir homenaje y tributo a su figura histórica en la transición española, en la defensa de los trabajadores y en la lucha por los derechos sociales", ha subrayado el Príncipe.

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha visitado esta tarde, recién llegado de Bruselas tras asistir a la reunión del Consejo Europeo, la capilla ardiente de Marcelino Camacho, donde ha dado el pésame a la familia del fundador de CC.OO. y a "su familia" del sindicato, y ha destacado el "importante" papel del histórico sindicalista durante la Transición para contribuir a que actualmente se "disfrute de libertades sindicales y sociales".

"Es la despedida a Marcelino (Camacho), una de las personalidades más relevantes que el mundo sindical ha dado en la historia contemporánea", afirmó. El presidente del Gobierno calificó al fundador de Comisiones Obreras como "un hombre íntegro, trabajador y luchador", y resaltó su papel en defensa de las libertades durante la Transición.

A la salida de la capilla ardiente, el presidente del Gobierno fue abucheado durante unos segundos por media docena de asistentes, hasta que uno de los sindicalistas que había acudido a dar su último adiós a Marcelino Camacho los silenció argumentando que no era "el momento" para una protesta de este tipo.

Por la capilla ardiente del considerado como padre del sindicalismo moderno, que fue visitada hasta las seis de la tarde por más de 4.000 personas, desfilaron personalidades como el Príncipe de Asturias y líderes sindicales y políticos como Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez, Nicolás Redondo, José Bono, Esperanza Aguirre, Alberto Ruíz Gallardón, Cristóbal Montoro o María Dolores de Cospedal, entre otros, así como por los ministros José Blanco, Valeriano Gómez, Carme Chacón, Miguel Sebastián, Rosa Aguilar y Angeles González-Sinde.