Unas 2.500 personas pasarán la noche fuera de casa por culpa del temporal de frío y nieve que afecta a Catalunya y especialmente el área metropolitana de Barcelona, la zona central y Girona, y estarán alojados en hoteles, pabellones municipales y otras instalaciones.

En rueda de prensa, el secretario general de Interior, Joan Boada, informó de que en torno a 1.000 personas todavía están afectadas por los problemas ferroviarios generados por el temporal, aunque a lo largo del día han sido muchos más. Concretamente, ha habido personas atrapadas en trenes en la estación de Sant Celoni, Montmeló, Ripoll, Sant Martí de Castells, entre otras.

Sobre las carreteras, la principal afectada es la autopista AP-7, que ha estado cortada buena parte de la tarde entre La Roca del Vallès que tiene las barreras levantadas para facilitar el paso de vehículos-- y la frontera con Francia, y a las 22.30 horas seguía cortada entre Maçanet de la Selva y La Jonquera por la caída de un cable eléctrico.

Boada aseguró que atrapados en sus vehículos "son muy pocas personas" en la red principal de carreteras, aunque no dio ninguna cifra y no supo concretar si habrá viajeros que tengan que pasar la noche a pie de carretera, aunque recordó que sólo está parada una carretera de gran capacidad.

Los Mossos d'Esquadra y los Bomberos de la Generalitat están habilitando rutas para que los vehículos puedan ir regresando a sus destinos.

Hizo hincapié en que todos los alcaldes de Catalunya tienen terminales de la red de comunicación Rescat para hacerles llegar "cuáles son sus necesidades?", aunque el director de Protección Civil, Josep Ramon Mora, puntualizó que las llamadas al teléfono de emergencias 112 han "disminuido el ritmo".

Boada consideró que a lo largo del día han ido "dando soluciones a los problemas" que se iban generando e insistió en la excepcionalidad de la situación, aunque dijo que la previsión meteorológica ha sido "clara".