España sigue siendo el país de la Unión Europea donde más cocaína se consume (un tres por ciento de la población es consumidora habitual), además de la principal puerta de entrada a Europa de cocaína procedente de Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador, según el informe anual sobre el comercio de drogas en el mundo elaborado por el Departamento de Estado de EEUU.

Los aeropuertos españoles de Madrid-Barajas y El Prat de Barcelona son dos de los principales puntos de entrada de la cocaína en España --destaca el aumento de los 'muleros'-- y unos de los puntos de tránsito clave para el tráfico de éxtasis y otras drogas sintéticas producidas por Europa y distribuídas en Estados Unidos.

No obstante, indica que la colaboración bilateral entre ambos países ha permitido que los traficantes de este tipo de drogas sean detectados antes de salir de España o cuando llegan a los EEUU.

Informes de la Drug Enforcement Administration (DEA) --la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas-- señalan que la principal ruta de la cocaína procedente de Colombia pasa por África y luego llega a España.

Además, el Departamento de Estado americano constata que España sigue siendo un importante punto de tránsito hacia Europa para el hachís de Marruecos y señala a las Ciudades Autónomas de Ceuta y Meilla como los principales puntos de salida, a pesar del despliegue en la costas del sur del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), implantado también en 2009 en Ibiza.

No obstante, en España persiste un flujo sostenido de hachís procedente de sus vecinos del sur, Marruecos y Argelia. Tras constatar que el contrabando marítimo de esta droga es un negocio a gran escala en el Mediterráneo, el informe celebra que la policía española se incautara de varias toneladas de hachís de Marruecos, en algunos casos introducidos por inmigrantes ilegales.

En cuanto a la heroína que llega a España, el Departamento de Estado señala que procede de la conocida como 'Ruta de los Balcanes', teniendo su punto de origen en Turquía. En este sentido, también destaca que la policía española haya identificado a las organizaciones que se dedican a este tráfico de drogas en Turquía, una vez que se introduce de contrabando en España.

Sobre el tráfico de éxtasis, se advierte de la llegada de esta sustancia a EEUU procedente de España, una práctica ilícita que ha aumentado después de que las inspecciones aduaneras de este país desconfiaran de los habituales paquetes enviados desde Bélgica o los Países Bajos.

El informe señala además la lucha contra el tráfico de drogas como una de las políticas prioritarias del Gobierno español --aunque recuerda el descenso de incautación de drogas respecto a 2008-- y subraya las buenas relaciones y la colaboración bilateral que España y Estados Unidos mantienen en esta materia.

El informe se refiere a España como "un importante centro europeo de actividades de blanqueo" de dinero. Los pasajeros que viajan desde España a Latinoamérica pasan de contrabando considerables sumas de dinero en metálico, indica el documento.

Para blanquear las ganancias de la venta de drogas en España, los cárteles colombianos las utilizan para comprar bienes en Asia, que después venden legalmente en Colombia o en tiendas en Europa controladas por los mismos cárteles. Con el mismo fin, el pago de los extractos de las tarjetas de crédito de compras realizadas en Latinoamérica se hace en bancos españoles, y el dinero depositado en esos bancos se retira en Colombia.

Igualmente, un porcentaje desconocido de las ganancias del tráfico de drogas ha ido a parar al mercado inmobiliario, principalmente de las zonas costeras del sur y el levante. Hasta un 20 por ciento de los billetes de 500 euros que había en Europa en 2009 estaban en circulación en España, "directamente relacionados con la compra bienes inmuebles para blanquear dinero", destaca el informe.