El presidente del PP, Mariano Rajoy, reconoció ayer que su partido tiene dos problemas, "la corrupción del caso Gürtel" y las discrepancias en el seno de esta formación en Madrid, y que para resolver este segundo "problema" ha convocado al comité ejecutivo nacional el próximo 3 de noviembre, porque "Santo Job sólo hay uno en la historia".

Respecto al caso Gürtel dijo que no acepta la corrupción "de ninguna de las maneras" y que le "parece una porquería", tras lo que se mostró convencido de que "si una persona del partido ha hecho lo que no debe, no puede pertenecer al PP". No obstante, matizó que "nadie puede condenar a ningún ser humano sin pruebas, y en los últimos años se han vivido juicios paralelos y acusaciones que luego se quedaban en nada".

En referencia a las discrepancias en el seno del PP en Madrid, tras las declaraciones del vicealcalde, Manuel Cobo, sobre la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, indicó que el 3 de noviembre, fecha en la que ha convocado al comité ejecutivo nacional, dirá "que hay cosas que son inaceptables" y "los militantes del PP y los cargos electos tendrán una respuesta a lo que están pensando". "Se lo que piensan hoy los militantes del PP, los cargos electos. Lo se perfectamente y el martes que viene tendrán respuesta a lo que están pensando. Voy a hablar del respeto debido a la militancia del partido que trabaja todos los días sin otro interés que sus ideas salgan adelante. Voy a hablar del interés general y de lealtad", señaló Rajoy.

Además, indicó que "hay muchas veces en la vida que uno puede pensar que hay que adoptar una decisión y otro otra, que esa decisión se debe adoptar hoy y otros que ayer, y otros mañana", pero, a su juicio, los que hacen política con responsabilidad tienen que tomar decisiones teniendo en cuenta muchos factores.