El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trató ayer de zanjar la polémica suscitada por unas declaraciones sobre él realizadas por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, mostrándose convencido de que fueron “positivas” y subrayando que con el dirigente galo le une “una buena relación” en la que “no hay ningún problema”.

En una entrevista concedida al diario “Le Monde” y adelantada en parte en su edición digital, Zapatero asegura tener “una buena relación con Nicolas Sarkozy y sé que todos los comentarios que haya podido hacer sobre mí fueron positivos”. Según el presidente del Gobierno, Sarkozy “siempre ha sido muy diplomático” con él. El presidente francés realizará el lunes y el martes próximos una visita oficial a España.

El pasado 16 de abril el diario “Libération” había publicado unas declaraciones de Sarkozy, realizadas en un encuentro a puerta cerrada con diputados, en las que afirmaba que Zapatero “no es quizá muy inteligente”, desatando la polémica, si bien fueron desmentidas de inmediato por El Elíseo.

La ex candidata socialista a la presidencia francesa Segolène Royal envió una carta a Zapatero --según confirmó ayer él mismo- en la que le pedía “disculpas” por las “palabras injuriosas” del presidente galo. En este sentido, el presidente del Gobierno reconoció que “este asunto ha creado una cierta polémica, pero conozco bien a Nicolas Sarkozy y siempre ha sido generoso y elogioso en la relación”.

En el plano económico, y preguntado sobre el significado de la salida del Gobierno del vicepresidente segundo y ministro de Economía Pedro Solbes, Zapatero dijo que “su marcha significa que queremos acelerar la entrada en vigor de las medidas adoptadas en el plan de relanzamiento (económico), que representa más del 2% del PIB”. En opinión del presidente del Gobierno, “vamos a sentir los efectos (de este plan) en términos de empleo y de crédito a las empresas”.

Asimismo, explicó que “la misión fundamental del nuevo equipo” de gobierno es “diseñar un nuevo modelo de crecimiento”. “Ello exigirá un ambicioso programa de transformación de una parte del tejido económico”, añadió, insistiendo en que “esto requerirá mucha energía y por eso quise este cambio de equipo”.