El presidente del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, han sintetizado así los mensajes principales que los populares han querido transmitir a su militancia durante el acto en defensa del empleo que han celebrado hoy en un polideportivo madrileño.

Unidos por los últimos resultados electorales en Galicia y en el País Vasco y por el deterioro que perciben en el Gobierno, al que sienten cada vez más acorralado por la crisis, Aguirre y Rajoy, Jaime Mayor Oreja (cabeza de lista en los comicios) y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, han lanzado un mensaje común: las elecciones europeas del 7 de junio, que prevén ganar, serán el principio del fin del ciclo de José Luis Rodríguez Zapatero.

La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, no ha podido sumarse al discurso porque padece una importante afonía.

Aguirre, junto con Rajoy la más vitoreada, ha afirmado que los problemas de España empezarán a solucionarse cuando Zapatero "esté en el paro", y así, ha remarcado que los comicios constituyen "la primera y mejor oportunidad de votar la censura".

Ruiz-Gallardón ha incidido: "Quizá antes de lo que muchos creen habrá un Gobierno presidido por Mariano Rajoy".

Todos los intervinientes han hablado del paro, cuyo número ha sobrepasado los cuatro millones de personas, y de la gestión del Gobierno, pero ha sido Rajoy el que más ha abundado en ello al mostrar y explicar las "recetas" que su partido tiene para atajar la crisis.

Y para recalcar la experiencia del PP en lides parecidas, como en 1996, cuando el primer Gobierno de José María Aznar actuó contra una situación similar y pudo obtener, como ha dicho Mayor, "unos buenos resultados".

Luego Mayor ha añadido: "Aznar ha sido y es el mejor presidente de la democracia y garantiza que Rajoy será un excepcional presidente en los momentos más difíciles que vivirá este país".

En un papel de gestor, el líder del PP ha asegurado que "no hay una salida socialista a la crisis" actual y que no vale escudarse en la ideología. "No es más que el burladero donde se refugian el miedo y la incompetencia y eso es lo que está haciendo Rodríguez Zapatero", ha asegurado.

A su juicio, el Gobierno no emprende las reformas que necesita España porque adolece de "un temor paralizante", ya que toda reforma "molesta a alguien y tiene un precio en popularidad".

En definitiva, "un miedo hijo de la incompetencia, el miedo de quien accedió al poder con la mar en calma y ahora se encuentra con una borrasca para la que no está preparado".

Rajoy, por tanto, ha pedido huir de las "extravagancias ideológicas", pues no caben en la economía de hoy "ni aquí ni en China", y ha mostrado claramente que el remedio está en el PP, en su alternativa, en su plan contra la crisis que negociará en el Parlamento.

Un plan que se construye desde la austeridad y desde la restauración de la confianza, pero sobre todo desde "la verdad", algo que, como ha repetido hoy, no hizo Zapatero en su momento, y ahora se ve obligado a "distraer" con la reforma de la ley del aborto o "con el Mundial de Fútbol" en su nueva condición de ministro de Deportes.

Mayor, por su parte, y además de defender "la lealtad al pasado más reciente" del PP, la gestión del Gobierno de 1996, ha manifestado que los de su partido han sido los Ejecutivos "más sociales" de España, pues cuando accedieron al poder hubieron de combatir una situación con alta tasa de paro y crisis económica y, pese a todo, colocaron al país en la vanguardia de Europa.

El ex ministro de Interior ha pedido a militantes y correligionarios que no caigan en la euforia por muy optimistas que sean los augurios para las elecciones europeas, pues ese estado de ánimo es "incompatible" con el dolor de los ciudadanos en paro, así que ha reclamado humildad para con ella explicar los principios y valores que el PP tiene para sentar las bases de un nuevo modelo.