efe/otr press  Madrid

A diez días de que finalice el año, la negociación de la financiación autonómica entra en la recta final y el Gobierno y las comunidades apuran el plazo para tratar de cerrar un acuerdo, antes del 31 de diciembre, que beneficie a las autonomías y palíe las deficiencias del sistema actual. El Ejecutivo defiende que es perfectamente compatible que haya reuniones conjuntas con todas las comunidades autónomas, y al mismo tiempo con los gobiernos regionales por separado, en respuesta a las críticas que ha recibido en las últimas horas del PP tras las reuniones mantenidas con los presidentes de Cataluña y Andalucía.

Una representación del Gobierno andaluz, liderada por el presidente autonómico, Manuel Chaves, se reunió el sábado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para trasladarle sus planteamiento en materia de financiación económica y la necesidad de que el acuerdo sea "multilateral". Ambas partes acercaron posturas en este aspecto y además alcanzaron un acuerdo en materia de "deuda histórica"recogida en la Disposición Adicional Segunda del Estatuto de Autonomía andaluz.

En cuanto a la posición de la Junta, se trasladó al Ejecutivo central que el nuevo sistema de financiación debe basarse en la población y que está dispuesta a aceptar criterios como la dispersión del territorio.

Por su parte, el portavoz adjunto del PSC en el Congreso de los Diputados, Daniel Fernández, advirtió ayer de que su formación no cerrará un "mal acuerdo", aunque se llegue a la fecha límite de finales de año. Fernández señaló que "un mal acuerdo es fácil". "Ya tenemos un mal acuerdo de financiación entre el CiU y PP por tanto, a lo que el presidente de la Generalitat, José Montilla, aspira, porque es su responsabilidad, convencimiento y obligación, es a conseguir el mejor acuerdo posible dentro del marco estatutario".

ERC lo ve negro

El secretario general de ERC, Joan Ridao, ve "negro" un acuerdo en materia de financiación antes de final de año, tras mantener una larga conversación con el presidente de la Generalitat, José Montilla, unas horas después de la reunión que el sábado mantuvo en Madrid con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y que culminó sin acuerdo.

Las reuniones de Zapatero con andaluces y catalanes han enfadado a las autonomías gobernadas por el PP, que acusan al jefe del Ejecutivo de querer imponer el modelo que pacte con las autonomías "grandes".

CiU augura un acuerdo de "café para todos"

El portavoz de CiU en el Parlamento catalán, Oriol Pujol, calificó ayer de "puro teatrillo" el encuentro entre José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla, y vaticinó que el presidente autonómico no logrará más que un acuerdo basado en un "nuevo café para todos". A juicio del diputado de CiU, "no se puede pretender en dos días resolver lo que no se ha hecho en dos años", que es el tiempo que hace que está aprobado el Estatuto de Cataluña, que recoge las bases del nuevo modelo de financiación catalán.

Pujol subrayó que el acuerdo que se está negociando difícilmente será el que Cataluña necesita cuando las conversaciones se encaran con dos obstáculos: la falta de un instrumento de negociación real después de que el PSC aprobara los Presupuestos del Estado, y la aceptación por parte de este partido "de que sea Andalucía quien marque el límite de la financiación". "Soy pesimista. Creo que estos dos ´handicaps´ debilitarán la capacidad de negociación de Cataluña y acabaremos con un sistema de financiación que será de nuevo un café para todos".

"Es una vergüenza que se pacte en secreto", dice Cospedal

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, cree una "escena bochornosa" que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "negociara en secreto con el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, la financiación autonómica" de todos los españoles.

"Somos el partido que defiende la igualdad de todos los españoles en cualquier parte de España", dijo De Cospedal en su intervención en el congreso del PP de Ávila.

"Es una vergüenza que el presidente socialista de España haya estado negociando en secreto con el presidente socialista de Cataluña lo que va a ser la financiación autonómica de todos los españoles", subrayó. "Y es una vergüenza que lo hayan hecho en secreto, de tapadillo y de espaldas a todos los ciudadanos de toda España", añadió. "Es una vergüenza, y lo es porque la financiación autonómica contempla las prestaciones sociales básicas para todos los españoles en cualquier parte del territorio nacional, y contempla la sanidad, la educación y los servicios públicos básicos", insistió.

"Eso es lo que el PP defiende y garantiza con nosotros, que va a ser igual para todos los españoles, iguales derechos, iguales libertades y también iguales obligaciones", indicó De Cospedal.

La secretaria general del Partido Popular defendió una financiación autonómica que "garantice la igualdad", que no implique el aumento de los impuestos y para que el Estado disponga de "medios suficientes para cumplir sus obligaciones".