Delaye, en un desayuno informativo celebrado en un hotel madrileño, ha dado por seguro que los trenes a través del trazado entre Barcelona, Lyon y París empezarán a circular ese año, aunque sin alcanzar la máxima velocidad.

La conexión entre Figueres (Girona) y Perpiñán (Francia) será la prolongación de la línea de AVE que llegó hace un año a Barcelona.

Los dos Gobiernos dieron un impulso a este proyecto en la última cumbre bilateral celebrada en Zaragoza el pasado mes de junio con la firma de una carta de intenciones entre las compañías ferroviarias de ambos países (RENFE y SNCF) para constituir una empresa mixta que explotará el servicio de la futura línea.

El embajador francés también ha concretado plazos sobre la otra conexión ya proyectada de alta velocidad a través del País Vasco.

Según sus previsiones, los trenes comenzarán a circular a partir de 2015 y alcanzarán la máxima velocidad en 2020.

El secretario de Estado de Planificación del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, presente entre los asistentes al coloquio, ha tomado la palabra para matizar que es conveniente no hablar todavía de plazos sobre ambos proyectos.

"Es bueno no decir fechas porque no depende de nuestra voluntad, sino de otros condicionantes", se ha limitado a decir.

Delaye ha hablado de la intención que existe de tender una tercera red ferroviaria de alta velocidad a través de los Pirineos centrales, arrancando desde Zaragoza.

El embajador ha señalado que se está trabajando en la redacción de los estatutos de la empresa común encargada de analizar la viabilidad del proyecto.

Ha añadido que si los resultados de este estudio fueran positivos, se entraría en una fase "más operacional" de un proyecto que tendría una inversión de unos 7.000 millones de euros.

En su opinión, este plan ya cuenta con un aspecto positivo, como es la aceptación de las autoridades locales de los municipios de la parte francesa afectada.

Otro de los proyectos de infraestructuras a los que ha hecho mención es el de la interconexión eléctrica a través de La Junquera (Girona), en el extremo oriental de los Pirineos.

Delaye ha comentado que una vez constituida la sociedad que gestionará esta red eléctrica, se está ya trabajando en el modelo tecnológico, que será de corriente continua, y no alternativa, para ahorrar costes.

Ha estimado que la fase previa al comienzo de las obras se prolongará durante un año, después de la fase de consultas públicas, por lo que las obras empezarían en dos años, según sus cálculos.

"Pero el plan funciona bien, no hay ningún retraso", ha añadido.