El homenaje que cada año se realiza con motivo de la celebración del día en que fue aprobada la Constitución española se llevo a cabo en esta ocasión con la sombra del reciente atentado de ETA contra el empresario vasco Ignacio Uria. No obstante, ello no impidió que se realizase la izada de la bandera española en la madrileña plaza de Colón, ni que las principales autoridades se reuniesen en el Congreso de los Diputados para conmemorar el trigésimo aniversario de la Constitución española. Durante su discurso, el Rey se mostró orgulloso de que los españoles hayan aprobado "una gran Constitución para una gran nación", "vértice del presente e instrumento de futuro", mientras que el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, destacó uno de los grandes logros del texto constitucional: haber conseguido que "derecha e izquierda" trabajen juntas para luchar contra ETA.

Tras la izada de la bandera, los Reyes y los Príncipes de Asturias presidieron en el Congreso de los Diputados la recepción de autoridades, que estuvo encabezada por José Bono y Javier Rojo como representantes de las Cámaras, por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del Poder Judicial, Carlos Dívar; . Una vez dentro del Salón de los Pasos Perdidos, y tras escucharse el himno nacional, dio comienzo el acto con el discurso de José Bono.

"Llorar juntos"

El presidente del Congreso consideró en su intervención que uno de los mayores logros de la Constitución es haber conseguido que "derecha e izquierda" puedan "actuar juntas" contra ETA y "llorar juntas" a sus víctimas. Pero principalmente, Bono centró su discurso en el pueblo español, al que calificó de "maduro, prudente y generoso". "En el día de hoy, todos los poderes del Estado deberían rendir su "máximo homenaje" por haber sido el verdadero protagonista de los últimos años de la historia de España, según el presidente.

Para Bono, la Constitución supuso y supone la victoria de la España abierta sobre la España cerrada, el triunfo claro de la diversidad sobre la uniformidad, del europeísmo sobre el aislamiento, de las libertades sobre el autoritarismo y del progreso sobre la desigualdad social. Y la muestra está en que "casi nadie mira hacia atrás con nostalgia" y que "hoy la Constitución, es bien notorio, tiene más defensores que cuando se sometió a referéndum".

Por otro lado, la intervención del monarca se centró también en su felicitación al pueblo español por haberse dotado de "una gran Constitución para una gran nación", que en su opinión es "vértice esencial" del presente e instrumento de futuro para seguir progresando y superar los retos "con eficacia y generosidad". Don Juan Carlos expresó su "profunda gratitud" a los españoles y a sus representantes que, "con la mirada puesta en el porvenir, generoso espíritu de pacto y voluntad de concordia, hicieron posible una moderna Constitución, obra de todos y para todos, nacida del más amplio consenso de nuestra historia constitucional".

En alusión a la crisis económica, el Rey dijo tener confianza "en una España que superará los actuales retos con eficacia y generosidad, buscando siempre mayores cotas de bienestar social".

Tampoco quiso obviar el último atentado de la ETA y reiteró su condena por el "vil asesinato" en Azpeitia del empresario vasco Ignacio Uria.

"Una España convencida de que, con la unidad de los demócratas y los instrumentos del Estado de derecho, podrá derrotar para siempre la inaceptable barbarie del terrorismo, culpable de tantas víctimas y del dolor de tantas familias que hoy más que nunca tenemos presentes en nuestro corazón", remachó.