europa press  Madrid

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará el jueves al histórico miembro de los GRAPO Fernando Silva Sande (Carnota, 1954) por el intento de asalto a la Delegación del Banco de España de Santiago de Compostela en el que fueron asesinados dos agentes de la Guardia Civil el 10 de marzo de 1989. La Fiscalía pide para el terrorista 60 años de cárcel por los delitos de robo con homicidio (30 años) y atentado con resultado de muerte (30 años) así como la prohibición de desplazarse al lugar en el que viven los familiares de sus víctimas hasta cinco años después de su liberación.

Según el escrito de acusación provisional del ministerio público, Silva Sande, junto a los ya condenados por estos hechos Guillermo Vázquez Bautista, María Jesús Romero Vega y Laureano Ortega decidieron, tras varias vigilancias previas, llevar a cabo lo que denominaron como expropiación contra la Delegación del Banco de España sabiendo que ésta estaba vigilada por dos guardias civiles, Constantino Limia y Pedro Cabezas.

El fiscal relata cómo uno de los ya condenados y Silva Sande se acercaron de forma súbita e inesperada a los agentes y luego les dispararon de forma repetida causándoles la muerte inmediata y tras ello se apoderaron de sus armas reglamentarias mientras el resto del comando vigilaba e intentaba sin éxito apoderarse del dinero de la caja fuerte de la oficina bancaria.

Por otro lado, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo celebrará una vista el jueves para estudiar el recurso de casación de Silva Sande en contra de la condena de 29 años de cárcel que le impuso la Audiencia Nacional por el asesinato en 1990 del coronel de Infantería Manuel López Muñoz.

El 29 de diciembre de 2007, la Sección Primera de lo Penal le condenó a 29 años como responsable directo del asesinato de López Muñoz. El tribunal consideró que el grapo ordenó el atentado y tuvo en todo momento "dominio del hecho", lo que llevó a considerarlo autor material, más que inductor.

Los hechos se produjeron en mayo de 1990 cuando, según la sentencia, Silva Sande participó en calidad de dirigente en una reunión celebrada en Perpiñan (Francia) junto a los miembros de la banda ya condenados por estos hechos, Vázquez Bautista y Romero Vega. En la reunión se acordó que si el Gobierno español no accedía a negociar con la banda la reunificación de sus presos, los GRAPO actuarían en Valladolid contra un militar del Ejército español.