El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmo hoy que el jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina alias 'Txeroki', fue uno de los tres etarras que asesinaron a los dos guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en la localidad francesa de Capbreton el 1 de diciembre de 2007. Fue el propio 'Txeroki' el que se señaló como autor del doble asesinato ante los miembros del renovado y ya desarticulado 'comando Nafarroa', según confesó uno de los detenidos el martes pasado ante la Policía. En todo caso Rubalcaba pidió prudencia dejar que la investigación avance para dar crédito absoluto a esta confesión.

El ministro confirmó que dos de los integrantes del comando Navarra confirmaron en sus declaraciones a la Policía que viajaron a Francia para ser instruidos por 'Txeroki' y allí conocieron su implicación en los hechos de Capbreton. Se trata Aurken Sola Campillo y Xabier Rey Ugarteque se trasladaron a Hendaya a mediados del pasado octubre para recibir un cursillo de armas y explosivos del propio 'Txeroki' durante el que oyeron al jefe militar de ETA admitir que fue él uno de los asesinos de los dos guardias civiles.

Según el relato del miembro del 'comando Nafarroa' detenido, fue el propio 'Txeroki' el que sospechó de los dos jóvenes que se sentaban cerca de ellos en la cafetería eran miembros de las Fuerzas de Seguridad y el que trasladó sus sospechas a sus dos acompañantes, que supuestamente eran Saioa Sánchez y Asier Bengoa, detenidos cuatro días después. Entonces, según relató 'Txeroki' a sus aprendices, esperaron a los guardias fuera del establecimiento, abrieron el coche para comprobar que sí eran miembros de la fuerzas policiales españolas y les ejecutaron.

En todo caso, Rubalcaba señaló que sólo uno de los terroristas ha confirmado que el jefe militar de ETA era el "asesino" de los guardias y se remitió a ulteriores investigaciones para determinar si esa confesión "es cierta o no y por tanto si las cosas sucedieron cómo han dicho o no". Si se confirma que 'Txeroki' fue uno de los autores materiales, aún quedaría por resolver qué otro etarra disparó contra los agentes, ya que fueron utilizadas dos municiones diferentes.

Interrogado sobre los posibles objetivos que el 'comando Nafarroa' pudiera tener ya marcados en el momento de su desarticulación, el titular de Interior se limitó a señalar que en estos momentos se está examinando el material informático incautado y que, si de ese análisis, se obtiene dicha información, se le trasladará a los afectados y luego, "si procede", se hará pública.

Métodos poco "profesionales"

Por otra parte, Rubalcaba, que compareció ante los medios para presentar la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España, admitió que algunas circunstancias del 'modus operandi' del atentado del pasado jueves en Pamplona, como la adquisición de un teléfono móvil a un delincuente común por parte de ETA, y otras circunstancias, como el hecho de que el jefe militar de la banda imparta un cursillo a otros etarras muy cerca de la frontera y en un piso que había proporcionado una colaboradora del comando, son muy significativas sobre la actual situación de la banda.

Sin embargo, avisó que esto no quita capacidad destructiva a la banda ya que "se puede ser profesionalmente malo y un asesino implacable". "Cuanto más débil está uno, puede estar más tentado de hacer barbaridades", apuntó Rubalcaba que también señaló que aún se desconoce el tipo y la cantidad de explosivo utilizado por ETA en el atentado contra la Universidad de Navarra de la semana pasada.