El presunto cerebro de la mastodóntica trama de corrupción de Marbella y ex asesor de Urbanismo del consistorio de la localidad Malagueña, Juan Antonio Roca, admitió ayer haber cometido un delito de cohecho al haber entregado una cantidad de dinero, que dijo no recordar, al que fuera titular del Juzgado de Instrucción número 2 marbellí Francisco Javier de Urquía a cambio de que le ayudase en un asunto judicial. El magistrado, también imputado en esta causa desglosada de la Operación Malaya, negó categóricamente la versión de Roca y aseguró que no conocía a Roca salvo por algunos encuentros puntuales.

"Mi abogado me ha asesorado en una línea de defensa, pero es la primera vez que me enfrento a un tribunal como acusado y, con la oposición de mi letrado, he decidido decir la verdad", afirmó Roca, que admitió ayer ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con sede en Granada, haber cometido cohecho al entregar al juez una cantidad de dinero para la compra de la casa del magistrado pensando que ese dinero serviría para que le ayudase en un asunto judicial.

Cohecho

Roca sorprendía así a la Sala al admitir parcialmente la acusación formulada por el ministerio fiscal en cuanto a los delitos en los que se le implica. La fiscalía le acusa también como cooperador necesario de asesoramiento accidental o negociación prohibida a funcionario público, además de por cohecho. Roca reconoció haber entregado al juez De Urquía una cantidad de dinero que no recordaba -el fiscal le preguntó por unos 70.000 euros- para recibir ayuda en materia judicial.

Concretamente, el ex asesor de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella tenía en mente emprender acciones legales contra Cristóbal del Toro a cuenta del programa de televisión Operación JAR, dedicado especialmente a su persona, proceso que además había emprendido ya el juzgado del que era titular De Urquía. Señaló asimismo haber mantenido dos reuniones en su oficina, en Maras Asesores, con De Urquía, antes del 17 de marzo de 2006 y ese mismo día, cuando supuestamente Roca le entregó la cantidad en dos sobres, de 63.000 y 10.800 euros, para la entrada de una casa que quería adquirir en Marbella.

Roca desvinculó al tercer imputado, Arnaud Fabrice Albouhair, de la operación, en la que sólo intervino para presentarles y para llevar el borrador del contrato de compraventa de la vivienda al juez, que le había pedido que buscara "a alguien" que se lo pudiera redactar, siendo éste el propio Roca. Así, Roca afirmó haber conocido a De Urquía en el local que el francés posee en Marbella y que había sido el propio Fabrice el que le había llamado para decirle que el magistrado quería hablar con él, tras lo que Roca llamó a su móvil y quedó con él para efectuar el presunto pago.