Llegó a Vigo a la boda de su prima, y acabó detenido por orden de Garzón por un supuesto delito de terrorismo. Aitor Kotano Sinde, el presunto etarra del "comando Vizcaya" arrestado en Nigrán, se encontraba en Galicia pasando unos días de asueto tras acudir a la boda de su prima, hija del cónsul de Dinamarca en Vigo, con el hijo de un conocido periodista vigués que se celebró el pasado 12 de julio en Ponteareas.

El presunto etarra, de 24 años y natural del Bilbao, viajaba con una joven con la que al parecer mantiene una relación sentimental, según Interior, y ambos se alojaban en un chalé cedido por su tío en el barrio de Area Alta de Panxón, que está a la venta desde hace dos años. La chica, que al igual que Aitor Kotano salió esposada tras el asalto al chalé por la Guardia Civil, quedó en libertad sin cargos inicialmente, si bien será citada a declarar.

La presencia de la pareja en la urbanización de Nigrán pasó desapercibida y los vecinos sólo recuerdan su llegada el lunes por la tarde en un vehículo, pocas horas antes de la detención. Lo que no ha trascendido es si Kotano Sinde permaneció los diez días transcurridos desde la boda de su prima en Galicia, o bien realizó algún desplazamiento.

El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, sólo precisó que el detenido en Nigrán fue "seguido" hasta la comunidad gallega por agentes de la Guardia Civil y estaba en el municipio pontevedrés "por una relación personal".

La tranquilidad de la urbanización de Nigrán donde se alojaba el presunto etarra, considerado miembro "legal" de la organización ya que no estaba "fichado", se rompió de madrugada. Agentes antiterroristas de la Guardia Civil que seguían los pasos a Aitor Kotano desde hacía meses asaltaron el chalé con apoyo de agentes pontevedreses.

Pese al "sigilo" con que actuaron las fuerzas de seguridad, los insistentes ladridos de un perro alertaron a los residentes de que algo ocurría en el exterior entre la una y las dos de la madrugada. "Nos asomamos a la ventana y vimos un enorme despliegue; nos dimos un susto increíble", explica Loli Castro, que reside a unos pasos de la casa donde se practicó la detención.

Loli era ayer incapaz de recordar el número exacto de agentes, que se presentaron en el lugar "de paisano, con pasamontañas y algunos armados", indicó, y que "en cuanto nos vieron asomarnos a la ventana nos ordenaron entrar, escondernos en casa y bajar las persianas", agregó esta vecina de la urbanización

Pero la curiosidad pudo más que el miedo y, por una rendija abierta, lograron seguir la operación, que se prolongó hasta las seis de la mañana. A esa hora vieron por fin salir esposados de la vivienda a una pareja cuya vinculación con ETA desconocían hasta ese momento.

"El susto ha sido increíble, además conocemos a los propietarios del chalé y no nos podíamos figurar que algo así hubiese ocurrido en su casa", añade.

Beatriz Fernández, cuya vivienda se encuentra enfrente del número 19 de la urbanización SAU-3, aseguró no haber oído nada. "Ni nos enteramos, nos lo dijeron esta mañana [por ayer] y no podíamos creerlo", señaló. Beatriz fue una de las personas que vio abierta la casa por la tarde. "Lo comenté incluso con mi marido y nos extrañó bastante, pero como el chalé está en venta pensamos que podrían ser los nuevos propietarios", apunta.

Otros vecinos recordaban al presunto etarra y su pareja . "Llegaron sobre las cuatro de la tarde del lunes en un monovolumen", recordaba una mujer. Aitor Kotano, una vez detenido y concluido el registro del chalé, fue trasladado al cuartel central de la Guardia Civil en Madrid donde los tres días que fija la Ley para pasar a disposición judicial se prorrogaran previsiblemente a cinco.