La noticia de la detención de un presunto miembro del complejo Vizcaya de ETA corrió ayer de boca en boca en Nigrán como un escalofrío que, por unas horas, dejó en segundo plano el conflicto del servicio de la limpieza, que mantiene al municipio infestado de bolsas de basura desde hace más de una semana.

"Me quedé impactada esta mañana [por ayer] cuando me enteré de lo que había sucedido por la noche". Para Mónica González, que veranea con su familia en la parroquia nigranense de Panxón, el arresto de Aitor Kotano Sinde "intranquiliza, porque no tienes la seguridad de que no estuvieran aquí tramando algo". Aunque este extremo era descartado ayer por las autoridades, lo cierto es que, como en el caso de Mónica, suscitó cierto temor entre la mayor parte de los vecinos y turistas.

"Sorprende porque este es un sitio que siempre ha sido bastante tranquilo", señaló María del Carmen Martínez, que no supo hasta el mediodía lo que había sucedido a escasos metros de su casa. Con "asombro" por el arresto del presunto etarra, María del Carmen se mostró confiada en que todo vuelva a la normalidad, a una calma que ya casi se había recuperado por la tarde de no ser por "el tema de la basura, que nos trae de cabeza", apuntó Fernando Regueira, que cada año disfruta de su descanso estival en Nigrán.

El "miedo" a un acto violento de la banda terrorista en la comarca del Val Miñor era fácil de detectar en cualquier conversación, pero la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad "en cierto modo tranquiliza", comentó Andrés Martínez, quien confió en que las investigaciones "permitan descartar atentados aquí como los que ocurrieron en Cantabria hace unos días, que ponen los pelos de punta", agregó.

Ana de Rivera y su marido tampoco daban crédito y a mediodía se acercaron hasta el lugar donde habían ocurrido los hechos para comprobar lo cerca de su apartamento que se habían producido. "Parece mentira que algo así haya ocurrido a apenas unos metros de casa y no nos hayamos enterado de nada hasta esta mañana", indicó Ana de Rivera, que se declaró "tranquila" aunque con una sensación "extraña" tras conocer los detalles de la detención.

Hosteleros, vecinos y turistas no creen que la presencia aislada de un terrorista en el municipio le vaya a restar atractivo para el turismo. "No creo que algo así, sin continuidad, tenga mucha influencia en la imagen de Nigrán, aunque es comprensible que algunas personas puedan sentirse estos días un poco inquietas", declaró el camarero de una cafetería.

Tras un día intenso, Panxón recupera la calma aguardando no volver a despertarse de nuevo con un terrorista a la vuelta de la esquina.