Con la reelección de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general del PSOE ya cantada, algo que finalmente llegó ayer con un 98,53 por ciento, las miradas estaban puestas en el 37 Congreso Federal en quienes completarían la primera línea del equipo del presidente del Gobierno. Tras mucha especulación, Zapatero propuso a José Blanco como vicesecretario general, dejando el puesto sucesivo, el de secretaria de Organización, para la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín.

Zapatero contó con el respaldo de 941 de los 995 delegados, es decir, el 98,53 por ciento de los presentes. Tan sólo se registraron 14 votos en blanco, lo que refuerza el liderazgo del jefe del Ejecutivo, quien tras conocer los datos subió al atril a expresar su "inmensa gratitud", prometer el "máximo esfuerzo" a sus compañeros y explicar sus primeras decisiones. Comenzó dando los esperados nombres de su equipo directivo para, como se había comentado durante todo el día, ascender a Blanco como vicesecretario general, porque "bien merecido se lo tiene", y a Pajín, una persona "magnífica para el presente y el futuro" de la formación, como la nueva secretaria de Organización.

En cuanto al resto de la Ejecutiva, dijo que confiaba en que la propuesta de dirección del partido goce también del respaldo y el aprecio de todos. Añadió que iba a trabajar con todas las federaciones para que sea una propuesta de todos y que el resto del partido se sienta comprometido, integrado y entregado a la tarea "de seguir cambiando España y seguir haciendo grandísimo este partido".

Con su decisión, Zapatero da más poder a Blanco, recuperando un cargo hasta ahora vacante, desde que Alfonso Guerra lo abandonase en 1997 y Joaquín Almunia alcanzase la secretaría general. Por su parte, la designación de Pajín como "número tres" parece haber contentado a los socialistas, que recibieron con una ovación el nombramiento de quien ya estaba adscrita a la Secretaría de Organización socialista y es una persona del entorno y la confianza de Blanco.

Zapatero expresó su "más profunda gratitud", su respeto y su cariño a los delegados socialistas. "Hace ocho años os dije en esta misma sala que no estábamos tan mal; hoy os digo que estamos bastante bien y vamos a estar aún mejor en los próximos años; quiero que tengáis la seguridad de que no os voy a fallar y de que no voy a cambiar", garantizó a sus compañeros.

Según apuntó, los socialistas emprenden "un nuevo comienzo" en el que él hará el máximo esfuerzo para contar con "el inmenso caudal de trabajo y de creatividad" de todos los miembros del partido.

El mantenimiento del dirigente gallego en la Ejecutiva era esperado, pero quedaba por aclarar quien completaría el trío. La elección de Pajín se filtró horas antes y permitió pulsar la opinión de algunos dirigentes socialistas acerca de este nombramiento. Así, todos los que hablaron ante los micrófonos se mostraron encantados, como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que destaca de Pajín que está "muy preparada".

Por su parte, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, avanzó que su compañera sería "excelente" para ocupar el puesto que finalmente le ha correspondido.