La ceremonia ha sido oficiada en memoria del sargento Joaquín López Moreno y del teniente Santiago Hormigo Ledesma, aunque la familia del segundo ha declinado participar en ningún acto de tipo oficial y ha preferido que las honras fúnebres se celebren con carácter íntimo.

El número dos del Ministerio de Defensa y el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra, Virgilio Sañudo Alonso de Celis, han presidido la ceremonia en la Base "Coronel Maté" de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) en Colmenar Viejo.

Los restos mortales del sargento han sido velados por sus familiares durante toda la noche en esta base militar, antes de que fueran trasladados, bajo los acordes de una marcha fúnebre, al hangar de la misma base, donde se ha oficiado el funeral.

El momento más emotivo de la ceremonia ha tenido lugar cuando el secretario de Estado de Defensa ha entregado a la viuda del sargento fallecido la bandera que cubría su féretro, al que previamente había impuesto la condecoración.

La bandera ha sido retirada por compañeros de su unidad, momentos después de que sonara el toque de oración mientras ocho soldados rendían homenaje con los estandartes de las distintas unidades de las FAMET sobre el féretro.

En ese instante, se han vivido escenas de dolor y tristeza entre los padres y los familiares más cercanos del militar, que no tenía hijos, así como entre los más de cincuenta compañeros de su unidad, el Batallón de Helicópteros Ligeros de Ataque (BHELA) de Almagro, que han viajado a Madrid para despedirle.

La emoción ha estado también muy presente en el acto a los caídos, en el que se ha recordado a todos los militares "que lucharon con valor, sirvieron con lealtad y murieron con honor", y cuando los compañeros de los dos fallecidos en Bosnia han cantado "La muerte no es el final" y el himno de las FAMET.

Al funeral, que ha oficiado el capellán de la Base "Coronel Maté", también han acudido los portavoces del PSOE y del PP en la comisión de Defensa del Congreso, Jesús Cuadrado y Beatriz Rodríguez-Salmones, el consejero de Economía e Innovación de la Comunidad de Madrid, Fernando Merry del Val, y el alcalde de Colmenar Viejo, José María de Federico.

El teniente Santiago Hormigo Ledesma y el sargento Joaquín López Moreno, ambos de 32 años, perdieron la vida el pasado jueves junto a otros dos militares alemanes al estrellarse el helicóptero en que viajaban en las proximidades de la ciudad bosnia de Banja Luka.

Una unidad del Ejército investiga sobre el terreno las causas del siniestro aéreo, en el que también fallecieron dos oficiales alemanes. Todos ellos pertenecían a la Fuerza de la Unión Europea en Bosnia-Herzegovina (EUFOR).

El accidente del helicóptero, tipo BO-105, tuvo lugar a mediodía del pasado jueves cuando el aparato, que realizaba tareas de transporte de personal y material en la Operación EUFOR en Bosnia-Herzegovina, cayó en una zona boscosa y de difícil acceso por causas aún desconocidas, según ha relatado la tripulación de un segundo aparato que le acompañaba.

Los restos de los dos españoles llegaron anoche a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) tras ser homenajeados en una sencilla ceremonia militar celebrada en el aeropuerto de Sarajevo y, posteriormente, les fue realizada la autopsia en el hospital militar Gómez Ulla.

La familia del teniente Santiago Hormigo ha expresado a Efe su malestar por el hecho de que, desde que terminó la autopsia y hasta después del funeral, no han podido disponer de su cadáver para trasladarlo a la localidad donde residía, Miguelturra (Ciudad Real) y de la falta de información oficial del Ministerio de Defensa.

Fuentes de este departamento han explicado a Efe que el traslado debía ser autorizado previamente por el juez, que la familia ha sido atendida en todo momento por psicólogos y personal del Ministerio de Defensa y que la viuda del militar fallecido les ha agradecido sus gestiones antes de salir de Madrid.