El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer la posibilidad de que dentro de ETA existan "algunas distensiones", ya que le consta que dentro de la banda hay "muchos" que apuestan por "dejar la violencia. En todo caso, Rubalcaba señaló que en estos momentos la banda está "más débil que nunca" y que desde la ruptura de la tregua "ETA no sabe a dónde va" una contingencia que, como siempre que está en una situación parecida, ETA "resuelve poniendo bombas". "Nos podrán hacer nado y sin duda nos lo van a hacer pero están peor que nunca y ellos lo saben", sentenció.

Un día después de la última acción de ETA, el atentado contra la rotativa del diario El Correo, Rubalcaba insistió en que el respaldo social que recibe la banda se ha reducido considerablemente tras la ruptura de la última tregua. En este punto, el ministro destacó que en las últimas elecciones, pese a que la banda intentó "camuflarse en la abstención que es más difícil de cuantificar", ETA obtuvo un respaldo cifrado en torno a los 80.000 votos, el más bajo de la historia.

Pero también está más débil desde el punto de vista interno, ya que, en estos momentos, destacó, cuenta "con el mayor número de militantes en prisión que ha tenido nunca". Interrogado sobre las posibles diferencias o discrepancias en el seno de la banda, Rubalcaba, tras señalar que se trata de "información de los Servicios de Inteligencia" de la que no debería hablar, sí admitió que "parece que hay algunas disensiones".