Los alrededor de doscientos radares fijos que hay instalados en las carreteras españolas han registrado una reducción de la velocidad media de los vehículos de entre 3 y 4 kilómetros por hora, un factor que favorece la fluidez del tráfico e incrementa la seguridad vial. Así lo explicó ayer José Luis Rodríguez Zapatero, tras visitar el Centro Nacional de Denuncias Automatizadas, ubicado en León, donde inauguró un monumento de Rosa Serra dedicado a las víctimas de los accidentes con el lema "Contra la indiferencia y el olvido".

Zapatero, quien invitó al resto de administraciones a reservar espacios para recordar a las víctimas de tráfico, destacó que las cifras de muertos en la carretera descendieron en 2007 por cuarto año consecutivo y que España se convirtió en el segundo país europeo en cifras absolutas en reducción de víctimas morales. No obstante, reconoció que los 2.741 muertos de 2007 y las 875 fallecidos que ya han perdido la vida en la carretera en los primeros cinco meses del año no dejan sitio para la autocomplacencia.