El secretario general del Grupo Popular en el Congreso y diputado del PP por Barcelona, José Luis Ayllón, afirmó hoy que la capital catalana tiene un problema "acuciante" de agua y dijo entender que sea "necesario y urgente" solucionarlo, por lo que a priori no se opone al 'minitrasvase' del Ebro que previsiblemente acordarán hoy el Gobierno y la Generalitat de Catalunya. Eso sí, exigió al Ejecutivo central acabar con esa política de "parches" y aprobar una solución global al problema de la sequía para todo el territorio español.

En una rueda de prensa celebrada hoy en el Congreso, Ayllón destacó que "una de las primeras decisiones" que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tomó en la legislatura anterior fue "derogar un trasvase del Ebro". Ahora, "todo parece indicar que una de las primeras decisiones que también va a tomar en esta legislatura será precisamente ésa (aprobar un trasvase)", señaló.

Con este reproche, el diputado 'popular' hizo hincapié en que "la derogación de parte del Plan Hidrológico Nacional por parte del gobierno socialista en la pasada legislatura, sin tener una alternativa a esa política de agua puesta en marcha por el gobierno anterior del PP, generó un problema muy importante que no ha sido solucionado". De esta manera, el Ejecutivo "perdió tiempo", porque cuatro años después "la situación es la misma, si no peor".

A su juicio, el Gobierno "no puede continuar con su política de parches". "Entendemos que es necesario y urgente solucionar los problemas de agua en Barcelona y en el área metropolitana pero que no es menos urgente y no es menos necesario que se adopten medidas globales que garanticen la solución del problema del agua a nivel nacional".

Primero, escuchar a la ministra

Por ello, pidió la comparecencia urgente en el Congreso de la nueva ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para dar explicaciones sobre las medidas que va a tomar en este sentido y "reconocer públicamente que no es un problema nuevo, sino que está creado por la incapacidad del Gobierno en la etapa anterior de asumir medidas concretas".

Asimismo, el 'número dos' de Soraya Sáenz de Santamaría en el Grupo Popular aseguró que su partido seguirá trabajando para presentar en el Congreso iniciativas que permitan manifestar su postura sobre este problema creciente en muchas zonas de España.

En este contexto, no se opuso a la solución del minitrasvase del Ebro para garantizar el suministro "más o menos rápido" a Barcelona, recordando que durante la pasada campaña electoral, algunos diputados del PP consideraban más "interesante" esa opción que el trasvase del Segre. "Queremos la solución más adecuada, como siempre, hablando con todo el mundo, como ya hizo el PP con el Plan Hidrológico Nacional", añadió.

"Lo que no queremos es que el problema del agua se quede únicamente en la solución de un problema concreto y en un nuevo parche por parte del Gobierno. El PP cree que se puede solucionar, sabemos cómo, creemos posible hacerlo y lo que tiene que haber es voluntad política por parte del Ejecutivo socialista para ello", insistió.

Camps manifestó la 'sensación de desprotección'

Preguntado por las declaraciones del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, que destacó ayer la "humillación" que supondría para la Comunidad Valenciana que el Gobierno trasvasara agua del Ebro a Barcelona y amenazó con protestas en la calle, Ayllón aseguró que Camps manifestó la "sensación de desprotección que hay en algunos territorios de España respecto a la necesidad de que los problemas relativos a recursos como el agua esté realmente en vías de solución".

"Es evidente el problema de agua acuciante en Barcelona, pero no es menos real que hay otros problemas de abastecimiento en otras zonas de España con el suministro del agua, por lo que exigimos una fórmula o solución global", añadiendo que "Zapatero ha creado un enfrentamiento entre territorios por su actitud en materia de agua" los últimos cuatro años.

El diputado del PP no prevé por el momento manifestaciones en la calle por este asunto, iniciativa con la que ya ha amagado Camps, y prefiere empezar reivindicando una solución global al Gobierno a través de iniciativas parlamentarias.