Así lo ha explicado en nombre del presidente de la Generalitat la portavoz del gobierno catalán, Aurora Masip, que de esta forma ha evidenciado la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el ejecutivo y CiU sobre cómo afrontar las necesidades de agua ante la extrema sequía que se avecina para el próximo otoño en Cataluña.

Tras la reunión que Montilla ha mantenido este mediodía en el Palau de la Generalitat con el líder de CiU, Artur Mas, Aurora Masip ha dado a entender que el presidente catalán rechaza como moneda de cambio estudiar el trasvase del Ródano para alcanzar un acuerdo con los convergentes, un asunto que Montilla traslada ahora al Parlamemt para que sea allí en donde los partidos aporten sus ideas.

La portavoz del gobierno catalán ha asegurado que el actual ejecutivo sigue apostando por su política de desalinizadoras -en mayo estará la de El Prat de Llobregat (Barcelona), se creará otra en Cunit (Tarragona) y se ampliará la del río Tordera-, de ahorro de agua y de reutilizar acuíferos y pozos, con lo que confía aportar en los próximos años unos 200 hectómetros cúbicos a la cuenca del Ter-Llobregat, "lo mismo que si se trasvasase el Ródano", ha apuntado Masip.

Aurora Masip no ha querido dar muchos detalles sobre el acuerdo que esta tarde sellará Montilla con la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, pero ha insistido en que la prolongación hacia Barcelona del minitrastrasvase del Ebro no significará "sacar ni una gota más, ni un litro más" de la concesión actual a los regantes de Tarragona, puesto que se trata de aprovechar el agua sobrante.