Efe / Redacción / MADRID

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, lanzó ayer desde Pekín un aviso a la "indecisa" Esperanza Aguirre que tiene derecho a optar a presidir el PP, pero que no tendrá el apoyo mayoritario del partido, en tanto que la presidenta madrileña afirmó que su interés no es personal sino abrir un debate ideológico.

La polémica abierta entre los populares sobre la posible intención de Aguirre de presentar una candidatura alternativa a la de Mariano Rajoy en el XVI Congreso Nacional para presidir el PP continuó ayer con la irrupción desde Pekín del alcalde madrileño y con el apoyo de determinados barones al presidente del partido.

Ruiz-Gallardón declaró que "si la indecisa Esperanza Aguirre convierte su indecisión en decisión" y presenta su candidatura al XVI Congreso -que se celebrará del 20 al 22 de junio en Valencia- "está perfectamente en su derecho" de hacerlo, aunque cree que no tendrá el apoyo mayoritario de los militantes del PP. El alcalde de Madrid también cree que la presidenta eligió "quizás el día menos adecuado" para "hacer pública su indecisión", a pocas horas de la intervención de Rajoy en el debate de investidura. Insistió en que "la persona que debe estar al frente del PP es Mariano Rajoy" y que por tanto contará con su voto en junio, un apoyo que "no está condicionado por ninguna petición".

Aguirre y su interés

Después de que la mano derecha de Aguirre, Ignacio González, subrayara que ésta "no tiene pensado presentarse" como candidata a liderar el PP, la presidenta aseguró que su "interés" de cara al XVI Congreso "no es personal" y que lo que quiere es abrir el debate ideológico en su partido. Frente a esa pretensión, continuó, se encontró con que a la gente "lo único que le interesa son los nombres", pero insistió en que "esto no es una cuestión de personas".

Aguirre hablaba ayer después de que el miércoles Rajoy le lanzara algunas críticas implícitas. "Llevo algunos años en política y soy serio", dijo el líder del PP, antes de afirmar que su decisión de optar a la reelección se lo transmitió al partido "antes que a nadie" porque eso parece "lo lógico", a la vez que afirmaba que él tiene la "buena costumbre" de "no filtrar" conversaciones privadas, en referencia al almuerzo que mantuvo con la presidenta madrileña la semana pasada.

Ignacio González repitió ayer más de media docena de veces la idea de que Aguirre no tiene pensado presentar su candidatura a la Presidencia del PP. El "número dos" de Aguirre lamentó la "habitual coincidencia de planteamientos" entre Ruiz-Gallardón y "el señor Pepiño Blanco" y replicó al alcalde que es él y no la presidenta quien muestra continuas "indecisiones", ya que en distintos momentos anunció su retirada del Ayuntamiento o de la política y no lo ha cumplido.

Además, González se refirió a las declaraciones del vicealcalde madrileño Manuel Cobo, mano derecha de Ruiz Gallardón, que acusó a Esperanza Aguirre de "montar el espectáculo" por plantear el asunto de la candidatura coincidiendo con el debate de investidura.

Por su parte, Cobo no ha querido quitar ni una coma a las declaraciones que hizo ayer sobre "el espectáculo" que, según él, está dando Aguirre y ha sostenido que sus afirmaciones no tienen por qué "ofender ni extrañar" a nadie porque "todo el mundo sabe cuáles son las intenciones" de Aguirre y de Granados, a quienes ha animado a seguir buscando "avales" para el Congreso del PP.

"La persona oportuna"

Desde Bruselas, los presidentes de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, han apoyado a Rajoy, a quien consideran "la persona oportuna" para liderar el Partido Popular, opinión que según ellos comparte todo el partido. "Todos, y cuando digo todos quiero decir todos, apoyamos la decisión de Rajoy de volver a presentarse", ha dicho Camps.

En el cruce de reacciones a las palabras del alcalde de Madrid se destacó, por el lado de Aguirre, la del portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid, Juan Soler. Éste acusó a Ruiz-Gallardón de "participar" con su viaje a Pekín del "lavado de cara del régimen despótico chino" y dijo que tanto él como Cobo actúan movidos por "rencor". Agregó que "cuando uno sale en viaje al exterior no se dedica a criticar cuestiones de política interior, y menos de política interior partidaria".