La situación de la economía -en "desaceleración", según Zapatero, y en "crisis", según Rajoy, ha centrado buena parte del "cara a cara" entre el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno y el líder del PP, que no han pasado por alto el terrorismo, la Justicia o la sequía.

El tono del "cara a cara"

El debate entre ambos ha servido para que, nada más comenzar, Rajoy desvelara la incógnita sobre la postura de su grupo en la votación de investidura: un "no" rotundo, que ha justificado en el hecho de que ni las iniciativas de Zapatero ni sus palabras les permiten adoptar otra posición.

Aunque ni uno ni otro han desaprovechado la oportunidad de echarse en cara actitudes y comportamientos del pasado, lo cierto es que en este debate se ha hablado más del presente -la sequía y los problemas de abastecimiento del agua- y del futuro -futuros e hipotéticos pactos-.

Zapatero, que empleó un tono similar al que ha usado en otros discursos, comenzó el debate pidiendo la confianza de los diputados hasta una decena de veces, expresión con la que concluyó su discurso, una hora y cuarto después.

Uno de los términos que más ha empleado el candidato socialista en su discurso inicial ha sido "España", que ha pronunciado hasta en 53 ocasiones, pero la frase más oída en su intervención inicial ha sido: "Mi idea de España", que ha pronunciado en 23 ocasiones.

Rajoy también utilizó para su discurso inicial su entonación habitual en los discursos largos.

Quiso centrarse en la "mala" situación económica del país, que desmenuzó de manera pormenorizada, después de adelantar que el voto del PP a la investidura de Zapatero sería negativo porque el discurso del candidato socialista le sigue despertando una "profunda desconfianza".

La Justicia, el terrorismo o la sequía fueron otros de los temas que abordó Rajoy, antes de pedir a Zapatero que no le hablara de conceptos "vaporosos" o "meras declaraciones de buenas intenciones", porque el consenso político, ha reflexionado, se forja "sobre objetivos y procedimientos".

En cualquier caso, el tono del "cara a cara" fue notablemente más sereno que en ocasiones anteriores y apenas hubo momentos de crispación ni abucheos en uno u otro lado.

Economía

Zapatero ha dejado de hacer gala de la buena marcha de la economía para comenzar a hablar de desaceleración, pero siempre englobada en un marco económico mundial.

Y no de desaceleración, sino de crisis, ha hablado el líder del PP, Mariano Rajoy, escéptico ante la teoría de Zapatero de que España esté mejor preparado que otros países de su entorno para afrontar esta coyuntura económica.

Terrorismo

Zapatero ha dejado claro que en política antiterrorista quiere llevar adelante una estrategia compartida, en defensa de los valores del Estado de Derecho y poniendo todos los medios a su alcance para acabar con ETA.

"Quiero un compromiso en materia de terrorismo (...) La democracia ya ha ganado a ETA. Ahora sólo falta saber cuándo la democracia pone fin a la barbarie del terrorismo".

Rajoy se ha mostrado abierto a cualquier acuerdo con el Gobierno en contra de ETA, siempre que vaya en la misma dirección que el Pacto Antiterrorista, iniciativa que, ha dicho, "enterró" Zapatero "para tener las manos libres".

El líder del Partido Popular ha advertido de que España está ante una amenaza muy seria "agravada por una cadena de errores", que Zapatero tenía que empezar a rectificar.

Pactos

Tras hacer patente en numerosas ocasiones su voluntad de dialogar, Zapatero ha formulado un ofrecimiento en una serie de materias como el terrorismo, la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, y la modificación del sistema de financiación autonómica, entre otros asuntos.

Rajoy ha recogido el guante y se ha mostrado "convencido y predispuesto" a hablar y lograr pactos de Estado con Zapatero, al tiempo que ha aplaudido esa "rectificación" de querer volver al acuerdo con el PP, pero le ha reclamado "conocer el camino" a recorrer.

Ha citado el modelo territorial, la política antiterrorista y exterior -ha hablado de "aislamiento e irrelevancia" de España-, la Justicia y el sistema de protección social para decirle a Zapatero: "Sobre estas materias, y alguna más que convengamos, estoy dispuesto a hablar cuando usted lo desee".

Agua

El primero en sacar a relucir este tema ha sido el líder del PP y lo ha hecho para alertar de que se van a perder "otros cuatro años" para solucionar los problemas del agua en el país, ya que no ve a Zapatero "a la altura de las circunstancias".

Le ha reprochado que liquidara "unilateralmente" el Plan Hidrológico Nacional, para sustituirlo "prácticamente, por nada", antes de censurarle por haber dejado "insatisfechos a todos".

Durante su turno de réplica, Zapatero le ha explicado que en la pasada legislatura aumentó la disponibilidad de agua en 763 hectómetros cúbicos.

Le ha recordado también que, pese a los "duros años de sequía", no ha habido restricciones para el abastecimiento de la población, a diferencia de etapas anteriores en zonas como la Comunidad Valenciana, Almería o Murcia.

Y se ha comprometido a que, en dos años, después de seis años de Gobierno, estará solucionado el problema del agua en todas las comunidades autónomas.

Bono

La sesión de hoy ha vivido ya la primera reprimenda del presidente del Congreso, José Bono, hacia un diputado. El regañado ha sido el parlamentario del PP Miguel Arias Cañete, que ha efectuado gestos con la mano en la cara para dar a entender que Zapatero tenía "mucho morro" cuando el candidato socialista hablaba de las cuotas de mercado internacional de España.