La Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, presentó ayer sus medidas de seguridad y los consejos para las próximas vacaciones de Semana Santa, encaminados a conseguir reducir las 110 víctimas mortales del año pasado y así recuperar la tendencia de descenso de siniestralidad experimentada sobre todo en los primeros meses de vigencia del carné por puntos. El responsable de la DGT cree que hay que responder porque se ha perdido en parte el efecto disuasorio inicial del nuevo carné por el paso del tiempo y la lentitud en la tramitación de las "inexorables" sanciones. Se prevén 15,5 millones de desplazamientos en Semana Santa, por lo que las autoridades recomiendan extremar precauciones.

"El carné por puntos es como la Justicia, lento pero inexorable", comenta Navarro, en referencia a que "quizás por el paso del tiempo o por la lentitud" de tramitación de las denuncias, el relajo de los españoles es mayor. En julio y agosto de 2006 la siniestralidad se redujo un 20,8 por ciento, porcentajes que han ayudado a que desde que comenzase la aplicación del nuevo sistema hayan fallecido 368 personas menos. Desde el 1 de julio, se ha retirado el carné a 500 conductores, y se han quitado 400.000 puntos y hay otro millón y medio en tramitación.

Los 8.000 agentes de la Guardia Civil que estarán de servicio en Semana Santa prestarán especial atención a dos de los factores que más accidentes causan: velocidad y alcohol. Para vigilar que los conductores no corran más de la cuenta, se utilizarán 225 vehículos y 317 puntos de control con radares fijos. Para controlar la tasa de alcoholemia, 465 coches se servirán de más de cinco mil alcoholímetros para situarse en puntos estratégicos y cazar a conductores imprudentes.