El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó ayer por unanimidad la propuesta de dos magistrados de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo (TS) de revisar el escalafón de la carrera judicial, lo que en la práctica supondrá la renovación de la composición de la llamada Sala del 61, encargada de ilegalizar a cualquier formación que vulnere la Ley de Partidos. Fue la que ilegalizó Batasuna y la que podría determinar en los próximos días si la nueva formación presentada por la izquierda abertzale, Abertzale Sozialisten Batasuna, cumple con los requisitos de la ley.

Según informó el CGPJ, el Pleno dio el visto bueno al escrito presentado de forma conjunta por los magistrados Antonio Salas -miembro de la Sala del 61- y José Antonio Seijas, que consideraban estar colocados de forma incorrecta en el escalafón general publicado el pasado 5 de marzo en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Así, el Pleno acordó que "procede la modificación del escalafón de la carrera judicial en lo que afecta a los magistrados del Tribunal Supremo Vicente Montés Penadés, Encarnación Roca Trías, José Antonio Seijas Quintana y Antonio Sala Carceller". De tal modo, el escalafón debe figurar "con arreglo al orden siguiente": José Antonio Seijas, Antonio Salas, Vicente Montés y Encarnación Roca.

Esto supone que a quien realmente le corresponde estar en la "sala del 61" es a la progresista Encarnación Roca, lo que obliga a Antonio Salas (considerado hasta ahora el magistrado más moderno) a abandonar este órgano, al que correspondió la ilegalización de Batasuna y que en última instancia deberá ilegalizar cualquier otra formación que vulnere la Ley de Partidos. El Pleno dará ahora traslado de este acuerdo a la Comisión Permanente del CGPJ, órgano competente para la modificación del escalafón de la carrera judicial.

La "sala del 61" está formada por el presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, los presidentes de sala y el magistrado más antiguo y el más moderno de cada una de ellas. En junio de 2005, dos jueces de carrera -José Antonio Seijas y Antonio Salas- y dos juristas de reconocido prestigio -Vicente Luis Montés y Encarnación Roca- fueron nombrados al mismo tiempo magistrados de la Sala de lo Civil del TS y tomaron posesión el mismo día.

Sin embargo, Hernando ordenó retrasar el envío al BOE de los reales decretos de nombramiento de los jueces de carrera, que no querían incorporarse de inmediato a su nuevo destino, de modo que uno de ellos, Antonio Salas, fue considerado el magistrado más moderno.

La Abogacía del Estado en un informe advertía de las "graves consecuencias" que para el proceso de ilegalización de Batasuna o de las candidaturas que pretendan sucederle en el futuro puede tener lo que considera la composición defectuosa de dicha sala.