La única interpretación posible de la Ley de Partidos para el presidente del PP, Mariano Rajoy, es que Batasuna no puede presentarse a las elecciones hasta que ETA no se disuelva. Así respondió Rajoy a las afirmaciones que el domingo realizó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en las que señaló que en la aplicación de esta norma hay un terreno que debe tener "límites interpretativos". Además, el líder del PP se refirió a lo ocurrido en la mañana de ayer a las puertas del Tribunal Superior del Justicia del País Vasco donde acudió a declarar el lehendakari Juan José Ibarretxe por reunirse con Batasuna, y un dirigente del Foro de Ermua, Antonio Aguirre, fue agredido por militantes nacionalistas. Rajoy condenó el "atentado" contra Aguirre y recordó que Ibarretxe está sometido a los tribunales "como todos los españoles".

"A mí lo que me gustaría oír del presidente es que Batasuna no se podrá presentar a las elecciones mientras ETA no se disuelva o mientras no dejen de tener que ver con ETA", afirmó Rajoy en una rueda de prensa desde Berlín donde se reunió con la canciller alemana Angela Merkel. El líder del PP señaló que "si ETA no anuncia que deja de matar" no es partidario de que Batasuna se presente y apuntó que cree que "legalmente no puede hacerlo".

En este sentido, recordó como Zapatero ya ha interpretado a su modo particular las leyes en casos como el de la concesión de la prisión atenuada a De Juana Chaos o el de la retirada de la acusación a Arnaldo Otegi por parte de la Fiscalía, por lo que advirtió "de este Gobierno podemos esperar cualquier interpretación, siempre en contra del interés general".

Democracia manipulada

Por su parte, el ex presidente José María Aznar dijo ayer que tratar de enfrentar desde el gobierno instituciones como la Fiscalía o los tribunales o poner cualquiera de ellas al servicio de designios partidistas "no es fortalecer la democracia, sino todo lo contrario: deteriorarla, hacerla de peor calidad, manipularla".

Aznar hizo esta afirmación en Badajoz, durante la clausura de un programa de encuentros organizado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside, y el PP de Extremadura para difundir entre la sociedad extremeña sus propuestas para mejorar la situación de la comunidad autónoma.