El fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, reclamó ayer que se respeten las actuaciones del Ministerio Fiscal y criticó que, cada vez que se toma una decisión "que no es la quiere la oposición", se presiona a los fiscales, se pide su dimisión "27 veces" y "se saca a los falangistas a la calle para que se manifiesten".

En declaraciones a la Cadena Ser, Conde Pumpido lamentó que la política interfiere "permanentemente" en la acción de la justicia y recordó que el Ministerio Fiscal es una institución constitucional que tiene "una función autónoma y que debe ser respetada".

En relación con la polémica creada sobre la decisión adoptaba respecto al líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, explicó que las funciones del tribunal y el Ministerio Fiscal han entrado en este caso en conflicto porque "ha habido una extralimitación del tribunal".

En este contexto, subrayó que "no tiene sentido" que la fiscalía permanezca "insistiendo" en una acusación "que ya ha fracaso en varias ocasiones" y pidió que se sea "muy cuidadoso" para "respetar límite entre política, por muy execrable que sea, y un hecho delictivo", ya que el Supremo ya ha "aclarado" que apología del terrorismo "sólo es un hecho delictivo concreto". "El derecho penal no está para interferir en fenómenos como este", reiteró.

Por otra parte, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, dijo ayer que las consideraciones que hace la sentencia de la Audiencia Nacional que absolvió a Arnaldo Otegi, son un "varapalo" al fiscal que, a su juicio, la ley no permite.

En su intervención ante la Comisión de Justicia del Senado, Bermejo indicó que no hay que sorprenderse si la Fiscalía estudia la viabilidad de estas consideraciones del tribunal, que señaló, "se explaya sobre opiniones que nadie le pedía y la ley le impedía" acerca de lo que habría hecho si hubiera habido acusación.

Además, el ministro aseguró que se le habían puesto "los pelos como escarpias" al oír al presidente del PP hablar del boicot a Prisa, ya que, se preguntó, si dice esto en la oposición, qué no haría en el Gobierno.