La Audiencia Nacional juzgará este jueves al etarra Gregorio Vicario Setién por la colocación en junio de 1993 de un coche-bomba en Barcelona, que fue desactivado por las Fuerzas de Seguridad después de un intento fallido por parte de los etarras de hacerlo explotar. El fiscal Juan Moral pide para Setién 20 años de prisión.

El fiscal señala que el 11 de junio de 1993 los otros etarras condenados ya por estos hechos, que integraban un comando denominado "roba coches", sustrajeron un vehículo en San Sebastián y lo trasladaron a una lonja en la localidad guipuzcoana de Oyarzun. Dos meses más tarde, un miembro de ETA conocido como "Gorosti" llamó desde Francia y les dio instrucciones de llevar a la Ciudad Condal un coche cargado de explosivos.

Vicario Setién recogió el coche con explosivos y preparó un artefacto para hacerlos explotar al paso de una patrulla de la Policía por la calle Vila Villa. El etarra que tenía que accionar la bomba no lo hizo porque "estaba nervioso". Los terroristas volvieron al día siguiente, pero al ver un vehículo de la Policía abandonaron la zona, dejando el coche. Las Fuerzas de Seguridad lo desactivaron tras un aviso de su colocación a los diarios "Egin" y "La Vanguardia".