Miles de ciudadanos convocados por el Gobierno de Navarra marcharon ayer por las calles de Pamplona para rechazar una posible negociación entre la banda terrorista ETA y el Gobierno central sobre el futuro de Navarra. Algunos de los máximos dirigentes populares, como el líder del PP, Mariano Rajoy, o el secretario general, Angel Acebes, encabezaron la manifestación que no ha sido respaldada por ningún grupo de la oposición.

El presidente del Ejecutivo foral y líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Miguel Sanz, su gabinete en pleno, y el presidente del Parlamento de Navarra, Rafael Gurrea, encabezaron la manifestación portando una pancarta que rezaba "Fuero y libertad. Navarra no es negociable", el lema de la movilización. Les precedía una gran bandera de Navarra que portan una decena de ciudadanos anónimos.

Tras la cabecera caminaba el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien se mostró tras la marcha "enormemente orgulloso" por ver "cómo hay gente que defiende principios, valores y sentimientos con el corazón", algo que resulta "enormemente reconfortante, porque demuestra que éste es un país que no está dispuesto a pasar por según qué cosas". Rajoy estaba acompañado por varios de los dirigentes de su cúpula, entre ellos, el secretario general del PP, Ángel Acebes; el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana; y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Estuvieron presentes también la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, y el presidente de La Rioja, Pedro Sanz.

A pesar de que el viernes tras el Consejo de Ministros y ayer mismo la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, satisfizo las pretensiones de los manifestantes declarando y reiterando ante los medios que "Navarra no es negociable", Miguel Sanz no se mostró satisfecho y sostuvo ayer que "son buenas palabras, pero inoportunas y fuera de lugar, porque no son nada clarificadoras". Siguiendo al grupo de autoridades que abría la marcha se encontraban varios miles de ciudadanos, que recorrieron el camino hasta el Paseo de Sarasate, junto al Monumento a los Fueros, donde el presidente del Gobierno de Navarra leyó un manifiesto con el que puso fin a la manifestación. Numerosos manifestantes portaban carteles con fotos de víctimas del terrorismo.

La marcha no fue secundada por ningún grupo de la oposición. El Partido Socialista de Navarra afirmó reiteradamente a lo largo de la semana que la manifestación "se basa en una gran patraña que dice que el Gobierno de España está negociando el futuro de Navarra, una mentira de pura invención". Ayer mismo, el PSN se comprometió por escrito a no apoyar ninguna propuesta política que contemple la adhesión de Navarra al País Vasco.